—Un gran escalofrío le recorrió por la columna vertebral al momento que escuchó la voz de su jefe e inmediatamente avanzó varios pasos para mantener la misma lejanía que cuando lo escuchó, no se iba a dejar atrapar—
¡Ah jefe!... E-Estaba justamente en eso..
—Sabia que ya había valido mierda en el momento que le había atrapado holgazaneando.—
¡Ahora mismo voy!
—Y sin decir mucho más salió corriendo del lugar en la espera de no ser golpeado ese día.—
Asi que aqui estabas, si tanto tiempo tienes de estar coqueteando y haciendo pendejadas ponte a trabajar!! *amenazante e intimidante caminaba rumbo al rubio tronandose los nudillos*
Que no te dije que le pidieras las cuentas al conejo!?
-El muchacho quien solo era unos 10 centímetros más bajo que el contrario, se dispuso a esconder sus manos por detrás de su propia espalda, al mismo tiempo que ladeó su cabeza para verle, junto con una nueva sonrisa, bastante amigable y sin otras intenciones ocultas.- Qué halagador y bien portado es usted.~
—Habia desviado la mirada por un par de segundos en busca de ahogar su estrés con el cigarro, pero la voz casi melodiosa del niño bonito acaparó todas su atención. Se puso lentamente de pie y se acercó un par de pasos al más bajo, Ewon media 1,80. — Buen día, niño bonito.~
-Después de unos largos segundos, donde su mirada estaba sumamente embobada y totalmente enamoradiza hacia el hombre, reacciona, negando con la cabeza.- Ah... buen día.
—Sonrie ladino antes de darle una calada. Sabía el efecto que causaba en la gente y eso le gustaba. Además nunca estaba de más coquetear con un niño lindo—.(?)
