Por mí que la sigas molestando. Era un espectáculo interesante. La histeria femenina siempre me ha parecido de lo más graciosa. - Sin embargo no esbozaba sonrisa alguna. Normalmente lo hacía sólo cuando se sabía sola, o cuando creía las miradas no estaban puestas en sí misma. Se cruzó de piernas tranquilamente y bebió un poco de su café desviando sus ojos hacia la mujer que se alejaba, estos últimos evocando un fulgor índigo sumamente enigmático, como si dicha luz proviniese del interior de sus iris y obviasen las sombras proyectadas de su propio flequillo. -
.. Pf.. Mujeres. —Torció la boca y se puso de pie sobre el mismo sitio. Poniéndose el gorro de nuevo y sonriéndole amigablemente a la chica que quería "usar" para molestar a su secretaria voluntaria, Elly.— .. Está un poco enojada, ¿no le parece? —Comentó, mirando como salía del sitio con rapidez. Y sin dar un solo paso.—
[code]-Clavo su mirada sin piedad sobre los ojos del chico. ¿En serio le estaba tomando el pelo? Pues no lo iba a conseguir. Con el semblante fruncido se dirigió a él con unas palabras.- Muévete, tenemos trabajo que hacer. -De inmediato dio media vuelta y empezó alejarse del lugar.-[/code]
- Cierra su libro de golpe generando un sonido seco, en cuya portada se atisba limpiamente el título "Fundamentos de Electromagnetismo Para Ingeniería - David K. Cheng". Sólo entonces alza levemente el semblante analizando de manera indirecta la silueta del joven que tenía ahora en frente, sin demostrar emoción alguna. - Konbanwa. - Su voz era naturalmente árida, dueña de una acritud que, si el joven se atrevía a especular, sólo salía a la luz de forma resuelta debido a las experiencias. No sabía si aquella pregunta iba para ella, así es que continuó en silencio por algunos segundos, esperando pistas al respecto. -
—Casualmente su mirada vagó por el lugar de forma fugaz, haciendo un corto e instantáneo contacto visual con alguien que parecía mirarles. Algo muy rápido. Volvió a los orbes de la pelinegra y de forma ingeniosa, y con tal de molestarle más. Se levantó y caminó hacia la que le había parecido que le miraba. Y al acercarse a su mesa, se arrodilló de forma anti-natural para un saludo, y así mismo, se quitó su gorro de papel.— Buenas noches, Madame.~ —Murmuró en un tono agravado. Y apenas pudo, giró el rostro hacia la mujer con la que pasaba más tiempo en el día. Sonriendo de la misma forma que antes, insoportable.— ¿Puedo hacer esto? (?)
- Sentada en una banca algo lejos de ambos, interrumpe su lectura para mirar de soslayo el espectáculo, contorsionando el esbozo de una sonrisa, de forma imperceptible. -
.. ¿Mujeriego? ¿Te molesta que no seas la única chica con la que hablo? Oh.. —Vuelve a tomar una bocanada de humo y deja el cigarrillo en el cenicero. Sonrió de forma burlona y agachó el rostro para "buscar el suyo" provocativamente.— ¿Pasa algo? ¿Kirisagi-san? (?)
