[code]Qué intuición tan afilada. El peso de sus palabras fue suficiente para hacerle cerrar los ojos por unos instantes como un manerismo suyo de decepción, especialmente luego de adivinar su profesión. Estaba contrariado en el fondo, pues consideraba la posibilidad de que su percepción y agudeza fuesen excepcionales, ambas muy valoradas en su campo. A sus palabras, encontró su unica alternativa en una aclaración, en una concisa respuesta. Comandante, no peón. Hasta entonces, seguía sin mirarle. Solamente cuando respondió por segunda vez, entonces lo hizo, dándole la espalda al cuadro en cuestión que apreciaba antes. Como dije, mi intención era apreciar el arte. Aunque es verdad que busco una asistente, no vine aquí por eso. [/code]
—Adoro mi trabajo. —Corrigió al hombre de inmediato; de entre todas las cosas que debía hacer en el día, estar con las pinturas, estatuas u otras obras era su actividad favorita. Icelyn odiaba tener que convivir con la gente, así de huraña podía ser. —¿Las oficinas?, ¿viniste a ofrecerme un empleo? —No pudo evitar notar que él aún seguía sus pasos así que lo encaró nuevamente. —Tu tienes la pinta de... Policía. Haces demasiadas preguntas.
[code]Uhmm.. Emuló mantenerse pensante, murmullando con expresión de sorpresa fingida; la misma que se exacerbó por el grado de indignación ajeno. Especialmente, cuando siguió su camino de largo. Era una broma.. de todos modos, no parece que te guste mucho tu trabajo. Discreto, siguió el trayecto que hizo ella mientras apreciaba el arte y las reliquias a su alrededor, todo para volver a dirigirle la palabra, esta vez sin mirarse. ¿Te gustan las oficinas? [/code]
—Qué error tan grande, ¿te crees bastante observador o solamente un mirón? Soy restauradora de arte. —Ni siquiera sé molestó en devolverle por más tiempo la mirada, sus pasos hicieron eco en las grandes paredes mientras se dirigía a la sala contigua. —Te pido amablemente que continúes tu visita lejos de mí, yo no estoy en exhibición.
Trabajas aquí entonces, me imagino debes ser el segurata que asusta a los mirones como yo.. ¿no? Naturalmente, acentúo lo ladino de su sonrisa, buscando altivar su actitud repelente ya no solo con sus palabras. Mi visita tenía propósitos educativos.
