Sus dedos eran tan finos, tan pequeños que resbalaban por los colmillos de su hermana; es decir, le hubiera sido imposible que le mordiera de alguna manera eventualmente podría llegar a hacerle un rasguño.

Pero ella no dejaba de llorar aferrada a su papá sintiendo que gano la batalla al ver que se fueron y ahora ella era quien quedo en los brazos de su papá; sacandole la lengua a Kimi cuando la vio llorar, elevando un momento sus ojos para mirar a su papá con todo y sus moquitos afuera.

No papá es de bebé Tinick ¡Bebé no comparte a su papá! Kimi se quiere llevar a papá.