Te odio... en serio... ₪ Gira la cabeza, casi como si interpusiera una imaginaria barrera entre ellos y no era para menos. Ciertas palabras del idioma griego, resultaban ser un dolor de cabeza para el idioma sueco al momento de adaptar y por lo visto, en cuanto a pronunciación, había vuelto a fracasar ₪
—Jajajajajajaja!! —ahora podía reconocer que no mentía cuando se sintió extrañado por esa frase cortada. La verdad no se esperaba algo así por parte del elegante sueco, pero ahí estaba, disfrutando de un insulto acentuado en la necia lengua de idioma extranjero adaptado al suyo —A ver, otra vez. ¿Cómo dices?—.
¡Tsk! ¡Qué eres un puto! ¡¿No lo entiendes?! ₪ Si, la paciencia no era lo suyo, pero lo había dicho y sin vuelta atrás, dándose cuenta de su pérdida de paciencia, se puso medio rojo, cruzándose de brazos ₪
Perdón, es que tu acento sigue siendo pésimo y el mensaje no me llega completo. Pero si no quieres aclararlo supongo que no es importante. Me deslindaré de la acusación -cierra los ojos con vanidad ante su forma de escapar.-
Olvídalo. No caeré en tu trampa manipuladora. Se bien que me entiendes perfectamente. ₪ Dándole la espalda ₪ Soy un Caballero, no un atroz cabezota como tu Milo. ₪ Intentando no replicarle por lo de los olanes ₪
No se si enfadarme o alegrarme por ese tipo de elogio salvaje... ₪ Un tanto enfadado ₪ En todo caso, si hablamos de sensualidad, no es lo mismo ser BELLO que ser .... Tu sabes... ₪ Negándose a decir la palabrota por respeto a Athena y a su propia bella persona ₪
