—Uno nunca olvida aquellos viejos hábitos.. —

Susurró, pensaba que se podría dedicar a cualquier otra cosa más, sin embargo, eso no era posible. Al parecer la profesión les había elegido a ambos desde mucho antes de nacer. O eso creía la rubia.

—No debería sorprenderme, para ciertas cosas eres un niñato..— comentó en un deje divertido sonriendole burlona. Alzó la diestra y paseo sus dedos por el pomúlo de su mejilla que se notaba hinchado.

—Años de esto y sigues sin aprender, deja re ayudo...— le quito la venda de la boca y siguió dando vueltas a la misma en su brazo hasta llegar al final y ponerle un broche queble sostuviera.
—Listo(?..—