-Asintió con la cabeza mientras notaba cierta tranquilidad al escuchar esas palabras de su contraria frente a el-

En algunos casos....simplemente sobrevivir si tienen suerte. Aunque me tranquiliza saber que alguien logra entender mi punto. A todo esto...los vampiros no disfrutan de comer chocolate verdad?.

Toma aquella barra, que para su paladar no sabe a nada pero lo guarda para ver qué hacer con eso después.
— Solo los más aptos, los que tuvieron coraje para seguir adelante y no dar el brazo a torcer, merecen trascender.

No es una queja....solo describo la realidad y naturaleza de mi trabajo....no cualquiera esta capacitado o preparado para este tipo de vida, creo que tu mas que nadie me entiende -Le entrego una barra pequeña de chocolate con almendras a la vampira para luego sacar un pequeño fosforo-

— Si eso elegiste, no te quejes.

Me gusta esa palabra, y pues ahora estoy disponible por si gusta, yo la espero joven damisela. (?)

Pero avíseme a que horas paso. No vaya a interrumpir sus alquimiosidades. (?)

Yo la esperare entonces con bocaditos o algún entremés. (?)

No se preocupe. Hasta llevaré mi propia tetera. (?) Y canela, por supuesto.

Si le podemos añadir un toque de polvo de canela seria un buen plus. Y claro estaré encantado cuando usted disponga a recibirla en mis aposentos, aunque no puedo prometerle mucho ya que hace poco llegue a este lugar.

Claro que si. Un poquito de lavanda, un chorrito de licor y dormirá de maravilla.