Seguía parado en su lugar, había determinado en su mente que el único movimiento que haría sería avanzar en su persecución pero siempre manteniendo una distancia prudente, en donde pudiese reaccionar a un ataque sorpresa o algo que se dirigiese a su camino desde la espesura de los árboles. No conocía a su objetivo, ni el por qué de sus acciones, así que debía mantenerse lo más calmo que fuese posible. — ¿Qué es lo que buscas aquí? Estoy seguro de no habernos conocido antes. — No sabía si obtendría respuesta, aún si ciertamente no era un ave común, pero debía intentarlo.
**El ave se percata de la molestia del joven, claro está; sin embargo no es nada temerosa y, en lugar de devolver la chaqueta lo que hace es balancear la misma, mientras sigue sobre la rama. A una altura que es apenas un metro arriba lo que el joven podría conseguirla y estirase los brazos.**
— Entrégamela. — Fue cómo una orden que resaltaba hasta cierto enojo en la tonalidad de su voz. Todo mientras miraba fijamente al árbol donde se encontraba su chaqueta, sin siquiera preguntarse cómo llegó ahí en primer lugar.
**Quién le había robado la chaqueta sólo le hizo la travesura como parte de su entrada; aunque se detiene en un árbol cercano con la chaqueta en el pico.**
