Durante los próximos minutos que se volvieron cerca de hora y media o dos horas, Maddy estuvo recortando, miraba en el celular instrucciones para crear la maqueta, tomaba fotos a escondidas de Enthon o grababa de cerca su carita hasta que se hartó.
— ¡Ay no, esto es muy tedioso! Ya mejor repruebo ... — se deja caer de espaldas en el suelo con los brazos extendidos mientras miraba el techo. Igual no hablaba en serio, pero necesitaba reposar. Giró el rostro y lo miró sonriendo.
— Ven aquí, reposemos poquito...— palmeó el suelo a lado de ella llamándolo mientras movía los pies quitándose los zapatos. — ... Pero acercame la bolsa de papitas.
El sonido de la mochila abriéndose para ver como Maddy ponía las golosinas sobre la mesa solo le hizo pensar en qué tan lista estaba ella para comer dónde sea que fuese. Enthon dió un suspiro, pero al ver la lata de Monster sonrió un poco y la tomó, no sin antes agradecerle.
—Gracias, llevaba desde la mañana sin tomarme una.
Puso los papeles a un lado y abrió la lata, dándole el primer sorbo, y rumbo la cocina sacaba un tazón y algunos snacks que tenían guardados. Lo puso junto las cosas que Maddy compró y virtio en el tazón algunos de los snacks para tener qué comer durante la tarea.
—Así estará bien —Mencionaba tomando una papa frita, y volviendo a su tarea.
Se tuvo que morder el interior de la mejilla para no reírse de la vergüenza de haberlo medio llamado así y sobre todo, de notar el golpe que se había dado.
Cuando estuvo recortando algunas formas y aquel comentario fue hecho. Maddy levantó la mirada hacia él, dejó de recortar, sonrió genuinamente porque tal vez, y solo tal vez, no ocurría lo del otro día.
— Gracias Enthon... — dijo con una calma enorme ante un gesto tan pequeño. E inmediatamente soltó las tijeras para abrir la mochila — Te traje dulces...nos traje duces, y traje una de tus bebidas esas que saben bien raro, y traje almendras por si sigues fitness — le empezó a acercar de todo como si fuera una especie de ofrenda de paz.
Dio un respingo cuando escuchó esa forma de llamarle, hasta se golpeó con el mueble del tv. No había que decir nada, de hecho se lo pensó, pero solo hizo como si nada pasó. Tomando los materiales, mirando los ejemplos que Maredy mostraba desde el celular. Callado asentía mientras empezaba a trabajar.
—....En el momento que tengas hambre —dijo dando una pausa para releer lo que estaba haciendo—, dime. Podemos tomar un descanso y preparar algo.
Mientras él moreno se instalaba, ella trataba de no verlo con la excusa de seguir sacando materiales con los que trabajarían, y todo con el fin de ocultar su enorme sonrisa. Casi... Casi se podía sentir como si todo fuera normal. Le animaba mucho. Se dio cuenta de lo mucho que lo había extrañado.
— ¿Oh? Yo en su momento lo pensé igual, pero dos cabezas piensan mejor que una. También busqué ejemplos, algo bueno sacaremos de lo que vimos, morenit¡Enthon! — se corrigió inmediatamente.
Tras carraspear saco el móvil enseñándole un ejemplo en fotos de las maquetas que podían hacer — Mira, esa creo que se verá sencilla. Así que podremos dibujar, corta y pintar — le acercó unos materiales mientras ella empezaba con recortar algunas formas.
Le dijo en voz alta mientras bajaba con su portátil, el cable de su cargador arrastrándose por las escaleras y algunas hojas en blanco que usaría para planificar los esquemas. Todo lo puso en la mesa, acomodando de tal forma que tanto ella como él tuvieran espacio suficiente para sus trabajos, ayudaba bastante que la mesa de la sala fuera rectangular.
—Estaba pensando en preguntarle a Joah como iniciar con el ensayo, pero he estado viendo algunos ejemplos, no parece tan difícil —Iba conectando la computadora a la corriente, teniendo ir gateando—, así que busquemos ejemplos para hacer la maqueta.
— Oh, que lástima. Tenía muchas ganas de saludarla, pero sirve que así nos concentramos más. — asintió dejando que fuera por su laptop, y en lo mientras, ella sacó materiales colocándolas en la mesita del centro de la sala.
Se acomodó en el suelo, sentándose con piernas cruzadas cuidando que el vestido que llevaba no se desacomodara al momento de sentarse. Miró a su alrededor. Todo seguía igual. El corazón están lleno de calidez.
— ¡Y traje dulces! — dijo en alto para que él la alcanzara a escuchar.
Ordenó el moreno cerrando la puerta cuando ella entró. Se acercaba para ver los materiales, juzgando en que ella traía las cosas seguro se trataba de manualidades para las maquetas, lo informativo parecía cosa de hacer ahora que estaban los dos juntos.
—Mi madre salió. Estará dónde la vecina hasta la noche, así que podemos hacernos en la sala y hacer la tarea. Déjame traigo mi laptop.
Dijo. Y se apresuró rápido en subir a su habitación. Y aunque odiara admitirlo, sentía cierta alegría de poder pasar el rato con ella.
Cuando leyó el mensaje sonrió amplio. La suerte estaba de su lado. A parte de que podría convivir con él, no tendría que cargar todo hasta su casa.
El chispazo de felicidad brillaba en sus ojos, pero tuvo que tratar de mostrar una sonrisa cordial, normal.
— ¡Hola! Traje cosas...— repitió lo ya evidente alzando las bolsas de materiales y ladeando su cuerpo un poco mostrando su mochila. — Así podremos seguir juntos la tarea.— dijo, adelantando el paso para entrar a la casa.
Justo antes de pensar qué haría escuchaba como el celular notificaba del mensaje, cuando revisó se llevó una sorpresa, ¿Estaba ahí? Y para comprobarlo se asomó a la ventana, y en efecto. Maddy ahí estaba.
«Aquí estoy, ya te abro.»
Enviaba el mensaje bajando las escaleras hasta la entrada principal.
—Al parecer se ha estado esforzando.
Se fijó así mismo al abrir la puerta. Que Maddy pusiera interés en acabar su tarea era bueno. Demasiado.
