— No me subestimes. O serás tú la que tenga que alcanzarme. —
Como héroe número uno, él más que nadie entendía aquello de no verse vulnerable. Incluso más cuando viste su uniforme. Tenía que poner el ejemplo. Y líderar a los demás. Salió a patrullar usando sus llamas para iniciar con un estallido que lo impulsó a alta velocidad super sónica hasta llegar a los tejados.
