Suspiró pesadamente, estresada no solo por darse cuenta de algún futuro posible incidente, si no que además los gritos de Chifuyu no ayudaban. — ¡YA SE! Calmate! Hay que tener fe de que no pasara nada. Mikey no es tan violento cómo todos creen. Yo se que lo conoces como el líder de tu pandilla fea, pero es más que eso. No negaré que tiene su carácter… pero estoy segura que no se atrevería a hacer una escena. Digo, Mitsuya es un chico serio y respetuoso, eso le daría puntos. Ninguno de los dos estamos haciéndonos los tontos. Quiero a Mitsuya, me gusta ser su novia, ¿sabes? Me hace sentir querida cómo nunca. Y sabe cómo hacerme reír. Vaya, me hace sentir que soy la chica más bonita del mundo a sus ojos y me lo hace saber. — Lo que originalmente solo había sido una cita para chismear y bromear, termino convirtiéndose en un confesionario. Y es que Emma no había tenido con quien hablar del tema. (...)