Levantó los hombros. Intentó sonreírle a Emma y negó un par de veces mientras que regresaba a su asiento para poder terminarse las papas fritas de su plato.

— Además, si llegase a saber algo, ten por seguro que te informaría para que intentes evitarlo. Quizá nosotros podamos detener los golpes de Mikey, pero solo tú lo harías entrar en razón de otra forma.

—Supongo que eso es lo que más podría preocuparle a Mitsuya, a tu hermano… Y ahora que lo digo incluso a mí. —Chifuyu suspiró hastiado mientras que se cubría los ojos con la mano derecha ante la idea. No es que considerara a Emma su gran amiga, pero era alguien importante para personas que eran importantes en su vida, ¿eso lo convertía en alguien que proteger, no?

— Mira —Exhaló con hastío poco después de regresar la mirada hacia ella. Aunque ello significara también inclinarse sobre la mesa para alcanzar a hacerlo.— Lo mejor que puedes hacer es hablar con Mikey, decirle toda esa mierda de que quieres a Mitsuya, que es importante para ti y que estás enamorada. Que si le interesa que seas feliz, respete esta decisión y, quién sabe, podría funcionar. Realmente a veces no entiendo cómo piensa tu hermano. Pero, si conoce a Mitsuya desde hace tanto tiempo, es probable que ni él mismo tenga dudas de que podría ser un buen novio para ti. Es fuerte, es responsable, es un buen chico.

— Bueno, si entre ustedes dos las cosas son serias y se lo hacen entender a Mikey, seguramente no sucederá nada de qué preocuparse… —Pero la pregunta de Emma hizo que dejara de hablar. ¿Podía prometerle algo así? Si fuese por ella, podría hacerlo por la amistad que parecían formar y por la amistad que tenía con Mitsuya, pero ir en contra de las órdenes de Mikey podría considerarse como una traición, además, probablemente si lo hacían en alguna de las reuniones de la ToMan o un momento donde estuviesen todos juntos, ¿cuántos intentarían detenerlos o con cuantos no terminaría peleando para ayudarlo? Chifuyu desvió la mirada, torció los labios y prefirió guardar silencio.— Lo pensaré, pero es probable que no lo acepten si no puede defenderse y ganar. Si no puede hacer algo así, pensarán que no tiene la suficiente fuerza para protegerte. Este no es un mundo fácil, Emma, muchos se aprovecharán de la debilidad que ahora Mitsuya tienen y tratarán de hacerte daño para herirlo a él.

No podía estar tan seguro como Emma que las cosas entre Mitsuya y Mikey terminarían bien. Tenía razón, él solamente lo conocía como Manjiro Sano, el capitán y líder de la ToMan, el chico cuyas patadas hacían temblar a pandilleros de toda la ciudad y, hasta quizás, de todo el distrito el país entero por sus habilidades. Pero no conocía a Mikey con el trato hacia su familia, especialmente no sabía si tendría alguna consideración con Emma por ser una chica o la trataría del mismo modo que a cualquier otro. Pero, sentía que encontraba tranquilidad en las ideas que la chica estaba reflejando. Chifuyu no entendía nada de eso, de sentimientos y motivos para estar con alguien, como para llegar a darle un consejo ingenioso a Emma, siquiera creía poder darle los ánimos que necesitaba para asegurarle de que todo estaría bien entre esos dos, porque no sabía y tampoco podía hacerlo con la certeza de que sus palabras se cumplirían.

(...) — No quisiera tener que pelearme con Mikey por Mitsuya. Es un gran chico, y me demuestra lo mucho que me quiere, y es tan lindo y detallista. ¿Realmente crees que mi hermano no seria capaz de ver eso y valorarlo por lo que es? —

(...) Las chicas de su escuela no suelen hablarle; y las pocas amigas que había logrado hacer por fuera, bueno, no las podía frecuentar cómo quisiera. Y el destino había sido tan gracioso, cómo para juntarla con un pandillero con el que estaba compartiendo una extraña conexión amistosa. Mas opciones no había. — Chifuyu, si llegara a pasar algo, ¿intervendrías? — Aunque inicialmente, la rubia quiso apelar por el positivismo, no quería dejar descubierta alguna posibilidad negativa en esta situación. — No, sabes qué. Olvídalo. Creo que quizá debería considerar el porqué Mikey podría no aceptar que Mitsuya sea mi novio. Y con eso, podría responderle con todas las cosas buenas de él. ¿No crees? Eso seguro ayudaría y evitaría malos entendidos. — Apoyó entonces su codo contra la mesa, usando así su brazo para recostarse. Su mente comenzaba a enredarse sola, tratando de imaginar cualquier escenario y su posible solución. (...)

Suspiró pesadamente, estresada no solo por darse cuenta de algún futuro posible incidente, si no que además los gritos de Chifuyu no ayudaban. — ¡YA SE! Calmate! Hay que tener fe de que no pasara nada. Mikey no es tan violento cómo todos creen. Yo se que lo conoces como el líder de tu pandilla fea, pero es más que eso. No negaré que tiene su carácter… pero estoy segura que no se atrevería a hacer una escena. Digo, Mitsuya es un chico serio y respetuoso, eso le daría puntos. Ninguno de los dos estamos haciéndonos los tontos. Quiero a Mitsuya, me gusta ser su novia, ¿sabes? Me hace sentir querida cómo nunca. Y sabe cómo hacerme reír. Vaya, me hace sentir que soy la chica más bonita del mundo a sus ojos y me lo hace saber. — Lo que originalmente solo había sido una cita para chismear y bromear, termino convirtiéndose en un confesionario. Y es que Emma no había tenido con quien hablar del tema. (...)

(...) amigos, los amigos pueden tener conflictos muy fuertes, Emma. Tal vez deberías prevenirlo. A Mitsuya, claro.

Emma seguía siendo una chica que estaba involucrada de manera indirecta en ese mundo, podía no meterse en problemas, pero era difícil que no llegara a escuchar sobre los planes o líos en que terminaban los miembros de la pandilla.— Ah, pero Baji es mejor que yo, es más fuerte y tiene un sentido de la amistad más fuerte que el mío. Pero, eso no importa, volviendo a Mitsuya... Seguramente esos dos podrán solucionarlo, aunque de todos los chicos, él parece ser el más tranquilo. —Por un momento se frotó la barbilla intentando pensar, incluso recreando alguna imagen en su mente de cómo podría reaccionar Mikey ante la misma noticia con diferentes chicos, como los líderes de los escuadrones. Pero, definitivamente, Mitsuya era el mejor. Alguien que estaba en ese mundo cruel y podrido, pero que tenía un futuro mucho más brillante fuera de él.— Mitsuya va a respetarte siempre, no es un bobo desconsiderado y te va a tratar igual o mejor que a sus hermanas. Pero, aunque sean (...)

Chifuyu la escuchó con la esperanza de obtener una respuesta afirmativa. Sin embargo, lo único que podía leer entre líneas era que Mikey no había dado su visto bueno. Eso y nada podrían ser lo mismo, después de todo, se trataba de la hermana del líder de la ToMan. No era cualquier chica que podía estar metida en líos con los pandilleros o a la que poner en peligro por alguna batalla entre grupos.— ¡¿PERO ENTONCES NO LO SABE?! —Chifuyu se levantó del asiento, incluso llegó a apoyar ambas manos sobre la mesa captando la atención de los demás. No le importaba que le mirasen, no era la primera vez que levantaba alguna sospecha o hacía algo poco usual.— Estamos hablando de Mikey, no sé cómo podría reaccionar porque se trata de ti, su preciada hermana aunque... Bueno, podría ser igual que si se metieran con su motocicleta. —De a poco, se fue quedando pensativo hasta que terminó sentándose de nuevo en su asiento.