— Hahah síi. Baji es también muy buen chico. Aunque a veces hace tonterías del nivel o peor que Mikey. — No pensaba delatar las desventuras que el pelinegro había realizado con anterioridad. De por si le costó un poco cuando supo de la vez que quemó un auto porque sí. Tal vez de ese tipo de comportamientos es que consideraba el tema de la pandilla cómo una tontería. — Sabes, yo también creo que es cómo si hubiera más de un Mikey. Porque, no es el mismo que yo tengo en casa, que se comporta como niño pequeño y se deja cuidar, consentir y hasta abrazar, con el que es con sus amigos, no se diga con el líder de la ToMan. Y estoy segura que contigo tampoco es igual. — finalizó aquel abrazo, para cruzarse de brazos mientras meditaba sobre las distintas facetas de su hermano. No podía negar que le resultaba hasta intrigante.

—La ligereza de la rubia siempre la reconfortaba, pues tenía una forma gentil de desvanecer cualquier rastro de tensión, y su risa y el abrazo la hicieron reír igual.— Nani? ¿Bakaji también? Nunca lo hubiera imaginado. —dijo con honestidad, pero sorprendida para bien, aunque había podido observar algunos rasgos de ello cuando el pelinegro cuidaba a los gatos de la calle. Entendía la sorpresa de Emma ahora más que nunca, y sólo sonrió, mirándola a los ojos.— Hai, es sólo que... Siento como si Mikey y Manjiro fueran personas distintas. —reflexionó en voz alta, pensando en que, al menos para ella, el verle como Manjiro la mantenía alejada de la imagen que todos tenían de él como líder de la ToMan.— Pero es eso es una tontería, gomen... —se llevó una mano a la cabeza con torpeza, volviendo a ruborizarse un poco por confesar aquello.—

El arrepentimiento que mostraba la azabache le causo un par de dudas. Pero cuando esta termino de expresarse, todo tenia sentido. No es tampoco cómo si fuera a regañarla o culparla por hacer algo así, tampoco es que el origen de aquel nombre sea algo que todo mundo sepa de buenas a primeras. — No te preocupes, ¡Yo pensé lo mismo! Él y Baji empezaron a decir que tener un nombre extranjero era genial, y se bautizaron como Mikey, y Baji era Edward, o Ed. Luego se pusieron a decir tonterías en inglés muy básico. — Ahora sí que no pudo evitarlo y estalló en risa; cosa que en su momento le pareció fastidioso pero el recuerdo sólo había mejorado con los años. — Quizá ahora entiendes porque se me hacia raro que le dijeras Manjiro, ¿No? — No pudo evitar abrazar a su amiga, quien se notaba acongojada desde que entendió el significado de aquel nombre.

—No daba crédito a lo que escuchaba, y no podía disimularlo, estaba boquiabierta, incluso. Entonces se dio cuenta, de que Emma era más alta que las japonesas promedio, que tenía facciones distintas, y por supuesto, el cabello, ¿cómo no se había dado cuenta antes? Se sintió un poco tonta, pero a la vez, sentía que esa cercanía que tenía con Mikey era tan natural que era difícil percibirlo como realmente era. Mikey. Sus mejillas se enrojecieron al escuchar aquella historia, y se sintió avergonzada de haber sido mala con él por su sobrenombre.— Gomen! ¡Si hubiera sabido que era por eso, no lo hubiese molestado tanto sobre su nombre! Pensé que era un tonto apodo que se puso por hacerse el interesante...

El haber tomado por sorpresa a Airi le resultó novedoso. Pero a su vez, no le parecía extraño que su hermano omitiera tal información. Después de todo no es algo que sea relevante para la gente. — Veras, Shinichiro y Mikey sí son hermanos. Pero yo solo soy su media hermana. Mi mamá me dejo en la casa de los Sano cuando estaba pequeña. Dijo que tenia que ir lejos a hacer unos mandados y que volvería. Pero creo que es obvio que no lo hizo. — Medito un poco sobre lo que acababa de decir, recordando la última vez que vio a su madre... ¿Aún se verá así hoy en día? — Mikey se puso ese nombre para que yo no me sintiera mal por tener un nombre extranjero. Es así de tonto. Cómo si eso fuera algo de qué preocuparse. — Contuvo su risa, aquello siempre le había parecido tan ridículo, pero a su vez, ese gesto le ayudo a tomar confianza en su hermano.

—Sus ojos se abrieron grandes al escuchar el relato de su amiga, y sorprendida, se sentó a su lado para verla mejor.— Nani? ¿Cómo que cuando los conociste? —ladeó el rostro, confundida, pues no entendía a qué se refería, había asumido que los Sano vivieron juntos toda su vida. Además, poco sabía de Shinichiro, Mikey lo había mencionado muy poco, pero había mucho misterio para la adolescente en torno a esa familia.—

— ¿Igual? ... Creo que tienes razón. — soltó una risilla burlona, al recordar a su hermano cuando recién se levanta. Era lo más parecido a un bebé adormilado que a un adolescente. —Mikey me caía mal cuando recién lo conocí, y Shinichiro también. Se me hacia que eran unos tontos ridículos. Pero lograron demostrarme que estarían ahí para mi. Resultaron ser muy buenos hermanos después de todo. — Volteo con su amiga, mostrando una sonrisa orgullosa por la familia que tenia. — Pero eso no le quita a Mikey lo tonto que es a veces. —

—Al principio, naturalmente sintió ganas de burlarse al pensar en Mikey como lider de la ToMan como ese niño de preescolar, pero la pregunta de Emma le borró esa sonrisilla maliciosa que tenía. Pasó saliva con cierta pesadez, y ahora se rió nerviosa, sintiendo un rubor nacer en sus mejillas.— Se ve igual que ahora. —pareció meditar, y le parecía que era verdad, que así lo veía cada que estaba a solas con él.—

— Ya no recuerdo bien... ¿Pero a poco no se ve adorable? — sonrió orgullosa, si su hermano estuviera ahí, ya estaría peleando por esconder aquella foto, pero este no era el caso.

Naaaaanda kore wa? —tenía la cara pegada a la foto, recargada sobre el hombro de Emma, conteniendo una risa.— ¿Es el chibi-doji cantando la de Estrellita? (?)