No hay problemou, monada. Esta noche vas a repetir mi nombre tantas veces que lo vas a aprender. ¡Que suene el sax! *Inserte Careless Whisper aquí* —Al ritmo de la música inexistente, se empieza a desvestir, haciendo un streaptease profesional, pero es ahí cuando se da cuenta de que cerró la puerta y se fue, dejándolo ahí con sus sueños y esperanzas. — ¡Oye! ¡Vuelve aquí, Monroe! [ Nos toca visitar a Manuel otra vez. ]

Ah, ¿no era así tu nombre? —Inquirió con indiferencia, aunque por dentro se moría de risa. Le dio una gran satisfacción verlo reaccionar hasta ponerse en pie de un salto, aunque al ver hacia abajo se encontró con toda su pierna llena de saliva. Hizo una expresión de asco y se la juró en silencio, apretando los dientes.—¿Piensas que eres el único que puede bromear, Dea...th..? —Soltó una carcajada y cerró la puerta detrás de ella.—

[ Ya la tenemos. Ella se ha acostado con Shaw, así que ha de ser toda una loca en la ---] ¡¿SLADE?! Podrás estar muy buena, pero no permitiré que me confundas con DC. Podrían demandarnos. Mi nombre es Wade, WADE. — Pasó de ser un arrastrado (Literal) a ponerse de pie y hacerse el sufrido. Se metió a la habitación que le había otorgado la ama de la mansión, refunfuñando tan solo por que dijo el nombre de alguien más. — [Nos guiñó el ojo. ¿No crees que eso es un avance? ]

Estarás aquí para protegerlos. Ahora mismo están durmiendo, por Dios, es de madrugada, Slade. —Bufó, pero entonces una de las llaves encajó perfecto con la cerradura. Giró la perilla y abrió.— Entra. —Indicó con voz maliciosa.— Este es el único lugar donde puedes comportarte como hasta ahora. —Le guiñó un ojo.—

Ugh. Me ensucias. —Dijo con hastío, mirándolo hacerse con su pierna, desde su altura. Sacudió ligeramente su extremidad, luego vio el charco de sangre.— Volverás para limpiar esto. —Advirtió con severidad. Ciertamente terminó arrastrándolo, pero cuando estaba en su forma de diamante le era imposible sentir algo. Volvió a la normalidad; a ser de carne y hueso. Los labios del mutante sobre su carne le produjeron un suave cosquilleo. Entre más la halaga y besaba, más lo arrastraba por los pasillos de la Mansión.— No estás aquí en calidad de docente. —Alzó una ceja.—Y ya tenemos chef. —Añadió mientras se hacía presente el tintineo de varias llaves chocar entre sí. Pues se habían detenido ante una puerta, había demasiadas habitaciones, y la que estaba por abrir era la última del pasillo.—

>> Uurghrc << >> Kuf kuf << — Brotaba tanta sangre que hasta podría hacer un dibujo abstracto. Tomó unos segundos hasta que se recuperó y se abrazó a una de las sensuales piernas de la rubia telépata. Dándole besos como fiel esclavo. — ¡Demasiado buena indeed! No eres un bocadillo. ¡Eres todo un jodido buffet! — No la suelta ni aunque lo arrastre por los pasillos. Dándose cuenta de que todo está vacío como de costumbre. —

Pero solo estás tú.. De verdad que ya no hay presupuesto ni para los estudiantes. ¿Qué necesitas que les enseñe, chiqui baby? ¿Cómo hacer chimichangas? ¿Como matar a alguien? [ Tal vez solo quiere estar a solas con nosotros. No presiones. ]

—No necesitó pedirle nada, en cuanto mencionó a Scott, enterró el tacón en él con tal fuerza que le distorsionaría la voz. Algo tronó en su garganta, pero la directora sabía que sanaría solo, se regeneraría sin más. Pensó en romper su teléfono, pero a pesar del cinismo, despertó la ternura en Emma. Suspiró y apartó el pie de su cuello.— No sólo soy demasiado buena para él, sino para cualquiera. —Determinó con aires de superioridad, dándole espacio para reincorporarse.

Si te abrí las puertas de la Mansión es porque... —Apretó los dientes. Su expresión era como la de quien acaba de tragar leche agria.— ...te necesitamos. Así que cuando estés en presencia de los más jóvenes, compórtate.

Creo que.. le gusto. [ No lo creo, parece que te odia. ] — Tenía esa discusión interna, el tacó le va a perforar la garganta y saldrá mucha sangre del mercenario. Que, francamente, está disfrutando de ese espectáculo, pues desde abajo tiene la mejor vista que cualquier hombre moriría por ver. Sacó su teléfono y se tomó una selfie desde ahí abajo. —

Ag-gh.. Puto Cyclops. No sé cómo pudo dejarte, Baby. ¡Písame más! W--Woof!!

¿Me ofreces dinero... a mí? —La rubia torció el labio superior y frunció levemente el ceño, mirando con desagrado el dinero falso que caía al piso junto con él.— Soy asquerosamente millonaria, Wade. —Le recordó, entornando sus ojos claros. Generalmente rechazaba a aquél que la hacía perder la paciencia, pero en cuestión de segundos, Emma Frost se convirtió en una exquisita figura de diamante orgánico. Avanzó despacio hacia él, quien aguardaba su destino de buena fe. Sus tacones de aguja resonaban por toda la estancia, hasta que se colocó encima de él, a la altura de su rostro. Miró hacia abajo.— Insolente. —Alzó un pie y colocó uno de sus tacones sobre el cuello del mercenario.— ¿Te gustaría saber cómo se mata a tres pájaros de un tiro? —Presionó el tacón contra su garganta.—

UGHGN. ESO ES LO MÁS CACHONDO QUE JAMÁS CREÍ ESCUCHAR.

[ Calma, ella podría hacernos comer lodo por el resto de nuestra vida. ]

¡¡Aquí, te doy dos dólares si te sientas en mi cara en tu forma de diamante!! — Le arrojó dinero falso y se tiró al suelo, esperando que le cumpla su capricho. —