— Arquea la ceja y ladea la cabeza al escuchar a la mujer hablar de la ex muerta de su marido. — Vaya, creo que esto pone en perspectiva mis relaciones, ya me siento un poco mejor de por sí. —Se le escapa una pequeña carcajada.— Dale, no llegues tarde.

Créeme que será mejor de lo que tú piensas. Puedes preguntarle a la ex mujer de Scott cómo lo pasaba en terapia. —Ríe con malicia.— Oh, espera, está muerta. —Encogió los hombros y se apartó los cabellos del frente, pasándolos detrás de sus hombros.— Te espero en mi despacho, daré la orden de que nadie nos moleste durante la sesión.

Eres la segunda rubia que me ofrece eso. Pero creo que los psíquicos funcionan mejor que los psiquiatras, así que dale. —Alza la ceja y sonríe de forma ladina.—

Good boy. —Se aclara la garganta.— ¿Qué te parece si te doy terapia, cariño? Se nota mucho cuánto la necesitas.

No, tampoco quiero engañar a Scott Summers. (?)

Pero no quiero engañarlo. Y en el fondo, tú tampoco querrías hacerlo.

Y que tu marido también usa gafas rojas. ¿Ves? si somos tan similares no es engaño. (?)

Me dicen que tienes novia y que es casi tan hermosa como yo. (?)

¿Y para mí? Me han dicho que tengo un increíble desarrollo de personaje. (?)

— No hay trama para ti, pequeño chicle rosado.