¿Que sucede? -No mostro inconveniencia ante el frío tacto sobre su piel, en su pecho estaba la pequeña llama de la esperanza al pensar que el joven rey no era tan impulsivo y atrevido como muchos otros que ya había tenido la desdicha de comocer.

-Miró su mano vacía y volvió a cruzar sus brazos alzando la vista a la joven, caminó unos pasos donde ella para tomarla del mentón y mirarla a los ojos.

-Bajo la vista a la mano del rey y acercó lentamente su mano a esta, pero antes de tomar su mano volvio la propia y la escondio en su bolsillo nuevamente mientras negaba con la cabeza- No Elias, aun no.

El hecho de que no me dejes el camino fácil es lo que más me atrae -se quedo mirandola sin intentar acercarse como tanto acostumbra, solo extiende una de sus manos esperando la de la menor.

Lastimosamente no lo correspondere -da un paso atrás intentando evitar un contacto fisico innecesario con el rubio.

-Deja salir un suspiro relajando el cuerpo- esa frialdad y seriedad con la que dices lo que piensas, sin duda reafirma mi deseo a ti.

No podría jugar con la psiquis de alguien tan arrogante, engreido y vanidoso... No es de mi gusto -volvío su mano a sus bolsillos de su negra gabardina.

-Se voltea a verla mientras alza una ceja de manera interrogante- ¿Estas jugando psicologicamente conmigo?

¿Te sientes mejor ahora que lo dijiste? -apoya una mano en la espalda del rubio como si le estuviese algo de apoyo.

¿Porque? ¡Simple! El niño perfecto y favorito de mamá y papá, lo tuvo todo mientras yo comenzaba a pudrirme en una habitación sin ver a nadie -se cruza de brazos frustrado, pero extrañamente con algo menos de peso en los hombros.