-El eslabón perdido tomó el dulce y empezó a comerlo a voraces mordiscos, mientras se dejaba mimar por las delicadas manos de la hechicera, haciendo descender mansamente sus grandes orejas de azuladas puntas y moviendo su larga y melenuda cola con energía lado a lado, exteriorizando su buena disposición.- ¡Oga manni maxa! -Se le escuchó con su pequeña voz ahogado por la comida en su pequeño hocico, después engullendo el bocado y finalmente regalándole una inocente sonrisa satisfecha a la demaciana.-

*Observaba aquella escena sonriente y también enternecida por los actos de su pequeño amigo Gnar.* ¡¿Verdad qué es muy lindo Ekko?! Hasta me dieron ganas de llevarlo a mi casa, le daría de comer y lo bañaría todos los días. *Eso le hizo pensar indudablemente qué era lo mismo qué quería hacer con el joven que controlaba el tiempo, así que carcajeó un poco, para después ponerse de cunclillas, entregarle un dulcesito al yordle y acariciar su cabeza.*

ºDejó que un par de carcajadas se le escapasen al observar el gesto realizado por el simpático y gracioso yordle. Decidió bajarle cuidadosamente y sentarse en el suelo para quedar a una altura más aproximada a la de él. Luego se quedó viéndole con una sonrisa ancha y alegre.º Sería interesante comprender qué es lo que dices, ya que usualmente pareces muy decidido a comunicarte. Y me pregunto porque algunos dicen que hay que tener cuidado contigo, ¡si eres adorable!

-El alegre yordle poseía un cuerpo liviano y compacto que fue fácilmente levantado por el muchacho, cuando este lo alza para quedar cara a cara, el pequeño puso los ojos bizcos, sacó su lengua, movió sus diminutos índices hasta los bordes de su felino hocico para jalar hacia los lados, haciendo una chistosa mueca a la par que balbuceaba incoherente con su aguda e infantil voz.- ¡Wagawagah!

¡Mira, aquí está el Yordle! ºSe agacha y pasa sus manos por debajo de los brazos del pequeño para levantarlo junto con él. Cuidadosamente lo subió hasta su propia cabeza para que estuviese a una mayor altura.º Parece que ya aprendió mi nombre... casi.

Egoh. ( Ekko. )

¡Qué lindo! Yo quisiera conocerlo *.* No me molestaría que me pasara abrazando.

Fue agradable conocerlo, pero no quería dejar de abrazar mi pierna, fue incómodo. (?)

¡Awww! Amumu, es tan tierno, quisiera darle todo mi amor ;/;

Esta fotografía es mi primer encuentro cercano con los Yordles. (?)