Aquél suceso era una cicatriz que no ha cerrado, a lo que tras escuchar el nombre de su acompañante cambia radicalmente de humor para evitar aquella herida interna y anímica se vuelva más dolorosa.
— Un gusto Tai, te gusta el café americano; cuando quieras vamos a dónde venden uno de calidad premium.

—¿Valdrá la pena algo así? ¿Te traerá paz o alivio? La verdad desconozco ese sentimiento, lo siento por tu perdida y ojalá puedas ser feliz.— El ambiente se tornó algo tenso por el tema fe conversación, sabía que estaba tocando un tema super delicado así que se presentó cadí saltando en el lugar. —¡Soy Tai! Un gusto, Jack.—

— Cuando te quitan aquello que era tu razón de vivir, la venganza es la única opción.

Responde mientras saca un cigarro Marlboro y procede a encenderlo para fumarlo.


— Por cierto soy Jack.

—La venganza es mala que envenena el alma.