Hace mucho que no veía al “androide” despejar sus pasos aparte del trabajo al que habituaba; su primera reacción fue un corto asentir, combinado con una mirada, tan seria como siempre, apreciando el hecho de que la mujer deseara aparecer sobre este trabajo. Porque, por lo que llevaba escuchando, esto tenia una parte muy interesante.

—Este mundo no es tan grande como parece. —Palabras que reconocían la existencia de la muchacha. Entre su escondido rostro, se podía denotar su sonrisa de verlos a los dos, bien. No tendía mucho al reflejado de emociones, eso era Edwin, mas no pudo evitarlo con tal del golpe de nostalgia.

La charla se extendió lo suficiente para lograr, a su manera, sorprender al hombre en negro incluso con un rostro completamente estoico. Recogió sus pensamientos por varios, incluso más, segundos cada que notaba patrones idénticos a los que tenía sobre sus sueños.