-Etto ... h-hai -Apenas pudo mencionar aquella adolescente de aspecto tímido, cohibido y bastante abrumador por esa mueca de infelicidad que grita de soledad. Sujetaba con fuerza su portafolio de colegiada, inclinando su mirada y escondiéndola bajo su oscuro flequillo, sin ser capaz de emitir otra palabra más al curioso y varonil hombre de traje sastre, zapatos bien lustrados e implacables anteojos que esconden una mirada notablemente maníaca.-