« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
EdelgardVonHresvelg · 22-25, F
Quizás ella era centrada y pragmática, pero indudablemente, el corazón de Dimitri era capaz de albergar emociones mucho más puras. Era encantador escucharle hablar con esa seguridad en sus convicciones e ideales. Era como sentir el sol cálido el recordar que algo similar sucedía hace muchos años, cuando eran niños, en sus quejas acerca de la danza, en los reproches acerca de lo mandona que era como maestra, en sus juegos y risas infantiles.
Cuando él le dedicó aquélla reverencia, ella hizo lo mismo. —Disculpa si te he parecido grosera al mirarte así, es solo que... Es extraño escucharte hablar de ese modo. Pero no en un mal sentido.— Se acercó y alzó su mano derecha hacia su frente, apartando el flequillo rubio tal y como lo hacía cuando era una pequeña y le reclamaba por llevarlo demasiado largo.
Cuando él le dedicó aquélla reverencia, ella hizo lo mismo. —Disculpa si te he parecido grosera al mirarte así, es solo que... Es extraño escucharte hablar de ese modo. Pero no en un mal sentido.— Se acercó y alzó su mano derecha hacia su frente, apartando el flequillo rubio tal y como lo hacía cuando era una pequeña y le reclamaba por llevarlo demasiado largo.
Add a comment...