Entendía la petición de su alumna en ese momento, levantó su brazo para que su mano alcanzara sus blancos cabellos los cuales comenzó a acariciar suavemente y con calma. - Todos los que han sacrificado han elegido pelear a tu lado, por la libertad de Fodlan. Te eligieron como su guía y por eso es que no debes subestimar su decisión. Hiciste lo que pudiste y tu batalla y determinación honra el sacrificio que ellos hicieron para acercarte cada vez mas a la victoria. -
¿Podía permitirse un momento de paz? Un simple instante era lo único que deseaba... Se acercó a la antigua mercenaria lo más que pudo y sujetó su brazo, recargando la mejilla en su hombro. —... A veces es tan duro, Byleth. Se cuál es mi deber, pero día a día presencio el sacrificio de los míos. Sus fantasmas me persiguen por las noches... ¿Pude haber hecho más por ellos?
No sabía exactamente a qué se refería, si a su peso en sí o al peso que representaba. La sujetó en sus manos y miró detalladamente la misma. —Es un gran peso el que llevas sobre ti, Edie. Pero no lo cargas sola, para eso estoy contigo. —
—Una lástima, a los demás también les gustaría verlo, lo se.— Se movió para acercarse a ella... últimamente la Emperatriz tenía más pesadillas que nunca, pero le calmaba tener a Byleth a su lado. Sujetó su cabello y lo acomodó sobre uno de sus hombros, antes de llevar la mano a la corona, acariciándola suavemente. —Es pesada, ¿Verdad?...
No era una persona a quien le naciera bromear con frecuencia pero cuando lo hacía, realmente valía la pena por ver la sonrisa de Edie. —Menos mal quedará únicamente en tus recuerdos. — Añadió retirando la corona de su cabeza para colocarla en su regazo.
—No deberíamos estar jugando con la corona real de este modo.— Sonríe. —Aunque me gustaría que existiera una forma de inmortalizar este momento.— Era su forma de decir que sí lucía bastante bien, aunque Edelgard pensaba, esa mujer era tan bonita que cualquier prenda o joya le quedaría.
