EddieBrock

La amenaza era clara, como también eran sus dos opciones: O acordar un encuentro con Logan, o enfrentarlo ahí mismo. Así pues, quedó fluyendo en el aire la idea de una probable tercera alternativa; llegar a un acuerdo. Culpó su generosa voluntad por el bien de las cosas, mas hubo de tener en cuenta la obcecada actitud de una bestia quien no guardaba diferencias entre individuos. Jean sólo discernía un hecho, y es que si se dirigía a la Mansión X, la vida de sus pupilos y compañeros peligrarían. No podía permitirlo. No iba a hacerlo.

—Muy bien.

Concluyó, en un susurro que pretendía ser inaudible. El gesto endurecido bañó su semblante en la penumbra bajo el efecto de la luz de la farola que los envolvía. Se deshizo del gorro de lana, que caería al suelo junto a las bolsas.
Entonces sucedió.

Unos candentes abanicos envolvieron su indumentaria en una barrera que consumió parte de los ropajes, desvelando el logo del ave besada por el fuego haciendo desfile de sus alas. De las centellas le seguían los restos del atuendo calcinado, surgiendo como una flor naciente el uniforme verde. ¿Sería aquella una ilusión? ¿Un truco engañoso para desorientar la atención de su asaltante? Sólo los de corazón audaz encontraban la respuesta.

—Sabes lo que sucede cuando juegas con fuego, Venom. Llegará un momento en que te quemes.— A sus espaldas un halo dorado dibujaba los contornos de su figura, expectante ante un peligro que lo hacía crecer más y más.

—Sólo entonces aprenderás la lección.

La farola fue un inicio. El poste por voluntad propia se despegaría del suelo, arremetiendo en horizontal contra aquella amalgama de pesadilla.