EddieBrock

Habían sido horas en las que habría transitado entre las aglomeraciones que se reunían en las calles de la Gran Manzana. Allá donde el fulgor de las luces y el rumor de la gente mantenían una perpetua llama viva en el corazón de la ciudad. Jean no era más que una más entre tantos rostros extranjeros, oculta bajo un grueso gorro de lana que ocultaba gran parte de la cabellera, ardiente como ninguna. En aquella noche, el profesor Xavier y los demás acordaron una pequeña velada para la diversión de sus alumnos; una noche de cine con palomitas que pretendía promover la convivencia entre los mutantes. La pelirroja se ofrecería personalmente para cargar con el peso de las compras.

La noche se tornaba más serena cuando las agujas del reloj acechaban las doce. Poco importaba si su falta de compañía incentivase a los delincuentes para cometer sus crímenes; estaba preparada. Pero, lo que no esperó fue aquella sombra bruta que descendió a su altura. Ahogó un grito que terminó por marchitar en su garganta, las bolsas ejercieron un ruido seco al caer contra la acera. Su mente se desconectó de aquella concentración al transportarlas con las manos libres, pero semejante alimaña consiguió hacerla perder sus estribos.

—¿Q-Qué? Tú eres...— No supo si el miedo era causado por el sinhueso monstruosamente largo, o el hecho de reconocer a aquel quien se ocultaba tras la masa negra que lo hacía pasar por un Spiderman más robusto.

—Venom, no sé cuál sea tu intención al sacar a Logan en esto. No vas a asustarme.

Y sin duda no lo hizo. El paso hacia atrás de la primera impresión se corrigió con una posición más erguida y decidida. La parte de la seguridad todavía no estaba del todo nítida. Si bien no era cercana a los hechos que rodeaban a Venom y a su vida, algo pudo discernir entre aquel montón de masa viscosa y algunos pensamientos sueltos. El simbionte dificultaba su labor de telépata, más durante aquellas horas nocturnas cuando la mente no era del todo clara.

—¿Qué quieres de mí?