EarlCielPhantomhive

— Es como ha leído, Bocchan...al parecer no es un problema nacional si no también puede llegar a ser incluso mundial por el riesgo que conlleva un solo error de los narcotraficantes.

*Comentó tras tomar la tetera de fina pocerlana con aquel té caliente y vaciar el mismo con elegancia sobre una taza de la misma calidad a juego con el resto. Su mirada se mantenía serena pues al ser un demonio no le preocupaba algo así, simplemente no era de su incumbencia, mas por otro lado le divertía la forma en que pudiera llevsr aquel tema el menor, claro, si es que podía controlar y arriesgarse a eso.

Una vez que sirvió el té, se lo ofreció al Conde, aquella taza quedó por encima de su base, un plato pequeño que sonó levemente al ser colocado con delicadeza sobre el escritorio así se permitió también ofrecerle sobre otro plato un poco más mediano una tarta de miel y manzana una pieza perfectamente cortada junto a sus cubiertos de plata recién pulidos.*