Hahaha, que sensible -responde cerrando los ojos en lo que fumaba retirandose a las afueras de la casa-

Jugar a la casita...-se alejaba vociferando entre regañadientes-

Bien haré lo que yo quiera de ahora en adelante..

Siempre he hecho lo que quiero -responde divertido sacando un cigarro de su bolsillo para llevarselo a los labios y prenderlo tranquilamente como si no acabara de ofender a su hermano- No es tu problema lo que nos pase no es asi? Tampoco es mi problema lo que te pase y lo que quieras hacer.

-Aquello le hizo aparecer una pequeña vena en la sien y se ajustaba su monóculo tratando de no darle un puñetazo-

Casita dices? Bien hagan lo que quieran cuando la casa se derrumbe por sus tonterías no me busquen, rebajándose para jugar con ustedes.

-Nuevamente el orgulloso demonio tomaba su abanico y salía de allí molesto-

Creeme que no estoy feliz de que eres a quien mas le veo la puta cara, estoy harto de ti y de todo esto pero allá abajo era el doble de aburrido supongo -responde bufando de nuevo, de verdad habia amanecido con peor humor que de costumbre en ese dia- Pense que te gustaba jugar a la casita -le mira finalmente sonriendo de lado-

No estoy molestándote..y no me hables de éso, yo no soy como lujuria, las cosas carnales sean hombres o mujeres no van conmigo, el baile era un arte nada más.

Sucede que son pocas las veces que me relaciono con mis hermanos, gula y tú son los que más veo y estoy un poco aburrido a veces.

-se sobaba su muñeca un poco por la fuerza aplicada-

-Aprieta un poco mas la mano ajena antes de soltarla y darle la espalda a su hermano, frunciendo el ceño y pasandose la mano por el alborotado cabello en ese momento- No quiero bailar contigo, lo que me faltaba, hacer ese tipo de mariconadas con alguien como tu -su tono era firme y agresivo, despues de todo representaba muy bien a su pecado- Que es lo que quieres de mi? Solo molestarme como los demas?

Ya ya te vi, pensé que ibas a dormir un poco solamente hermano.

-Si único ojo visible siguió la trayectoria del abanico hasta una esquina, el apretón era un poco fuerte pero no sé quejaría el orgullo se lo impedía-

Dime, quieres bailar una pieza? No te ignorare de acuerdo?

-Darìa suaves palmaditas para que se relajara, más no negaba que la cercanía lo incomodaba-

Este hermano podrías dar unos pasos atrás?

No me ignores -le toma la mano con el abanico y retira este de ella lanzandolo hacia una de las esquinas del cuarto, gruñendo con enojo y con sus ojos comenzando a tornarse de un color rojo.- Estoy frente tuyo pedazo de imbécil.

No eres un perro, aunque s veces actúas como uno mordiendo aquí y allá.

-Le demonio dejaba de llamarlo más colocaba algo de música clásica su favorita y usaba un abanico para un vals, lanzando éste objeto al aire y volver a atraparlo con gracia, aunque olvidó el detalle que su hermano ira seguía allí mismo-