Quiero que prometas que volverás ileso, que volverán...

-Sin dejarlo de ver se da cuenta de la duda en su rostro al haberlo ladeado ligeramente y sonríe con ternura dándole un beso en la mejilla-

¿Me dejarás descubrir todo lo que no había notado en ti?

—No se preocupe, cuidare la espalda de ambos y regresaremos al reino con buenas noticias, como la reina espera —

Ladeó el rostro fue extraño que la joven princesa no hubiera visto aquello en sus ojos l, luego de años viviendo bajo el mismo techo —

Oops...me atrapaste jajaja, es obvio que confío en las habilidades de todos, sin embargo no deben confiarse para nada.

-De nuevo se acercó a él mirándole sus ojos-

Es maravilloso como pueden cambiar de esa manera

—Sus hermanos y yo estaremos bien ¿O es que acaso no confía en la habilidad de los príncipes? — Sonrío ladino y les miro con cierto brillo en los ojos —

-Asiente y aunque él no hizo el intento por alejarse ella misma le soltó las mejillas para no incomodarlo-

Si, ojalá se pueda mejorar ese lugar y puedan vivir bien y dignamente esas personas, prométeme que te vas a cuidar mucho.

—No, pero debo admitir que estoy emocionado ante la posibilidad. La misión de la reina representa una oportunidad ¿No lo cree, alteza?

-No se dió cuenta que invadía si espacio personal hasta que él se acercó lo suficiente para dejarle saciar su curiosidad, aún así no se apartó pero cuando el menciono lo de la batalla ella por fin posó sus dorados ojos en las iris de Elzen, dejo de tocar sus ojos para acariciarle las mejillas con suavidad y le pregunto con sutileza en su voz-

¿Deseas pelear?

-Sonó algo triste al mencionarlo-

Se inclino hacia ella para que tocará su rostro y dejarle ver sus ojos, comprendía que sería nuevo para ella pues no pasaban mucho tiempo juntos y claro el resto de sus hermanos no eran como Rayen y el

—El deseo de la batalla...eso los torna rojizos —

Nunca los había visto con ese tono.

-Curiosa se acerca a él y sin ningún temor le toca el contorno de sus ojos con ambas manos-

Es extraño que nunca antes lo noté, soy demasiado curiosa siempre.

Se dió la media vuelta un momento dejando la espada a un lado y luego volvió la vista a ella — Es normal en un Svartálfar que mis ojos no sean siempre del mismo color, princesa.