"Sólo traeme café." así de sencillo y cortante despidió a la mesera de su área, ateniendo por supuesto a un breve contacto visual para evadir reclamos éticos y de educación. En seguida, clavó de nueva cuenta su escudriño turquesa contra ella - En realidad nunca terminé de entender qué fue lo que sucedió entre Altair y yo. Conozco su historia y sus rumores, pero al parecer resulta más complicado de lo que creí. Además nunca le di la oportunidad de hablar demasiado, ese fue mi error. - torció levemente los labios, sobándose el inferior como si eso le diese mayor capacidad de pensar. Supuso que el verlo totalmente en blanco, animó a la menor a hablar - Quizá sea ese el principio por el que las armaduras son capaces de recordar... - elevó sus dos cejas con sorpresa tras conectar la lógica de ella con su propio contexto - Si eso es verdad, ¿la Diosa por la que existen les ha dado un propósito? Si el destino es el que me dicta como su protector tiene que haber una razón, ¿cierto? ¿Cuál es? -
—A pesar de sentir las miradas ajenas Orion parecía bastante tranquila,estaba acostumbrada a ello,pues aún recordaba cuando llegó al mundo humano. Tomo la carts,hojeo rápidamente asintiendo con lentitud,había elegido he inclusive colocó el índice sobre el desayuno. "Happy day infantil." Para que solo la mesera llegase a escribir su pedido. En tanto su mirada esmeralda de cruzó con ajena. Un suspiro leve emitió ya que sentía cierto aire de rechazo primeramente.— Yo crei que Altair te había explicado y también por la razón por la cual fuiste elegido para ser nuestro guardián. —Se encoge de hombros desviando apenas la mirada contra la servilleta de tela sobre la mesa.— Somos gotas astrales,extensiones de una misma deidad. Vivimos y morimos en capricho de ella. Cada vez que somos creadas tenemos una especie de programación o gen recesivo que nos permite recordar he interactuar con las personas pasadas. Es una larga historia.
Si "Orión" era la respuesta a su nombre, el destino estaba jugándole bromas bastante pesadas, aunque por supuesto, ignorarlas sería lo más maduro en esa circunstancia. Tomó asiento frente a ella, pasando también de las miradas extrañas sobre su cuerpo, escudriñándolo por celos o por reprobación; suponía que al no parecerse a la menor en lo absoluto, las conclusiones sacadas por los demás eran la más lejana a la realidad, excluyendo siquiera relatividad como hermanos.
Recibió la carta ofrecida por una amable mesera, estando solos de nuevo, fijó por fin sus ojos turquesa en contra de la tímida castaña - ¿Programada? Explícate... - al haberle regalado toda su atención, dejó el papel enmicado sobre la mesa. Sabe qué ordenar de cualquier modo.
—Las expresiones corporales seguidas por ese soez lenguaje realmente habían intimidado a la menor,por lo cual solo guardo silencio ante esa interrogante del lugar de su encuentro,inclusive tragó saliva quería..¿Escapar? Aparentemente era chica bastante sensible,inclusive su forma de ser podría interpretarse como una librana. ¿Que respuesta daría? Continuo el camino,doblo por la esquina para alzar la hacia el toldo.— Orion.. —Respondio sin dar a entender si era una respuesta de las preguntas anteriores. Avanzó a paso lento para entrar en dicho restaurante. No sin antes dar un fugaz vistazo a sus ropajes escolares,esperaba nadie tomase a mal aquello. Tomo la primera mesa que encontró a lado de unos jarrones con lirios.— ..Divagaba. —Apenas tomo asiento su mirada en tonalidad esmeralda se concentró sobre el mayor.— Yo no sé realmente nada de todo esto. —Refiriendose a la convivencia actual.— Solo..estoy programada.
- No tienes que darme explicaciones que no te pedí, niña "parte de Altair", mejor dime tu nombre. - comento con su tonalidad severa y perpetua de voz, aunque con un deje de tranquilidad que podía percibirse por no haber posado sus ojos contra la titubeante infante tras de si. El contradictorio lenguaje corporal del escorpión resulta ser siempre el primer motor para armarle un gran caos por su comportamiento, pues así como ahora, queriendo dar a entender su desinterés por una conversación complicada, podía también estar transmitiendo rechazo. - Ademas de que no me has respondido lo que te pregunte. ¿En que pensabas? - viro en una esquina, confiado de ser seguido por la menor. De improvisto se detuvo, levantando un poco la mirada hacia un toldo verde profundo con letras blancas - ¿Ya desayunaste? Te invito... - señalo la localidad presumiendo intelectualidad, romanticismo y café.
No sé cómo he llegado ahí —Exclamó la menor en tono dudoso,realmente era una desgracia que siempre ocurriese lo mismo,le era difícil hacer una transición de almas. Pero de algo estaba segura,le tenía un enorme aprecio al caballero. Agradeció que el paso fuese más lento,así solamente trastabillaba en algunas ocasiones. Ante la cuestión negó rotundamente mencionando.— No..no tengo dinero conmigo,sé que quizá no nos hemos presentado. Digamos que soy una ..¿Parte? De Altair,ehh-eh..bueno como decirlo. —Se rasco la nuca inclusive dejando ver un pequeño rubor entre sus pómulos.— Soy..una cosa ajena a ella,y ojalá podamos tener alguna relación estable por qué se que te costó lidiar con su rebeldía. Y-Yo no no..te daré problemas te lo aseguro Milo.
-Entendía la diferencia entre la distancia recorrida por sus largos y airosos pasos contra aquellos brincos presurosos, de modo que relajo el ritmo, dejándola caminar a tan solo un par de centímetros atrás de si. Quería que prevaleciera el sentido de pertenencia; trataría de ser un poco mas blando ante la nueva oportunidad de proteger a su hija adoptiva - ¿Que es tan importante que decides sentarte en la calle a pensarlo? ¿Ni siquiera podía esperar a que encontraras alguna mesa vacía en un café? -
¿E-eh? —Sabia bien que dichas palabras solo podían venir de escorpio,un caballero tan sarcástico a veces pero con ese toque de valentía y valor humano que ella siempre había admirado. Le recordaba de su pasada reencarnación,más no sabía cómo interactuar con el,así que reincorporo su cuerpo de inmediato ,le siguió el paso a un costado tratando de no incomodarle dando uno que otro saltito.— Estaba,estaba..pensando. —Frunce los labios tras decir esa excusa.—
