— Sí. “Oz” — Un profundo revoltijo se le formó en el estómago. Nadie había visto a Oz y Gilbert desapareció del mapa. Eso solo podía significar una cosa: ESTABAN JUNTOS.

Esa maldita rata rubia y su preciosísimo hermano, ¡juntos! ¡Pasando las horas haciendo quién sabe qué!

Ocultar el desespero le fue fácil; las ganas de vomitar se manifestaron en la lentitud de su hablar.

— No tanto — Mucho, en realidad.

— Mi deber es velar por su seguridad pero me temo que lo perdí de vista — Claro, Vincent ya se imaginaba clavándole las tijeras a un muñeco con cara de Oz.

— Agradezco su tiempo, señorita. Lamento si incomodé. —

— ¿Oz? — Su pestañeo fue tan rápido como el mecanismo en su cabeza tratando de procesar aquella información, probablemente pronto él se daría cuenta de que era honesta al mostrar su confusión y enseguida dar su respuesta al negar con la cabeza.

— No conozco a nadie con ese nombre, lo lamento. — Pausó, echando un vistazo de arriba hacia abajo inspeccionándolo. Una apariencia bastante misteriosa, que no era de su disgusto pero sí para tomar sus propias precauciones.
— ¿Estaba buscándolo?, a ese tal Oz.

Las orbes bicolor de Vincent se entrecierran, exhibiendo un aire burlón. El color de cabello, de sus ojos, la tez tan blanca. ¿Acaso era un pariente del maldito Oz?

— No, no. Solo pasaba por aquí... Ah... — Mostró su mejor sonrisa. —¿Eres pariente de un tal Oz? —

Sintió una inquietante y persistente mirada a sus espaldas mientras comía apresurada por el malhumor del momento. Aunque pensó sería prudente simplemente no dar la vuelta, fue inevitable no echar un vistazo al rotarse poco a poco y descubrir que lo que había tras ella era quizá un hombre ordinario.

— ... ¿Puedo ayudarle en algo? — Lentamente ocultó el recipiente entre sus manos bajándolo lo suficiente para revelar su expresión de genuina curiosidad.

La apariencia de la mocosa le recuerda a cierto rubio que le roba la atención de su hermano e, inmediatamente, siente repulsión por ella, pero lo disfraza con una sonrisa bien encantadora. Lo que incontrolablemente no pudo evitar fue un estornudo. Es alérgico a los roedores.

Seguro por ahí había uno. [?]