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» 𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒕𝒖𝒓𝒏 𝒂𝒘𝒂𝒚, 𝒊'𝒎 𝒏𝒐𝒕 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒕𝒉𝒆𝒚 𝒔𝒂𝒚.
 
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A1577749 · F
acortando la distancia sin pedir o esperar permiso previo. Solo se acercó, tal vez buscando invadir el espacio vital de la mujer. Casi como si anhelara averiguar algo, habiendo oído ya todo lo que había dicho.

- Equilibrio que algunos mantienen, equilibrio en lo que algunos se esfuerzan, pero siempre alguien rompe. Dime, niña. O dime, Einar. ¿Bien o mal? ¿Cuál es tu lado? Y seme sincera, yo lo he sido, ahora, ¡claro! Ahora, a ti te toca serlo conmigo.
A1577749 · F
¡lamentable sería el solo escoger un lugar donde vivir eternamente! Sin siquiera tomar en cuenta la posibilidad de viajar ante cualquier lado y pisar todo lugar. Bien haces en viajar, en recorrer, niña, pero solo a un sitio se pertenece, y como él ninguno. Solo uno se cuida, pero solo uno no estuvo toda la vida y a algún lugar se ha de volver, niña. ¡Has caso! Has caso a esta vieja mujer. - hablaba, hablaba ahora como una señora mayor que por mucho había pasado y más de una guerra vio - Pese a eso… El viajar es un placer, tocar y sentir. ¡Ver cualquier lugar que la estrella alumbra! Pena que todo, a pesar de bendecido por luz, no sea bueno o nadie te reciba, pero cosas sin importancia, cosas con las que se viven y en un momento cambien seguro. No todo puede perdurar podrido, mas, alguien se tiene que encargar de cuidar lo que nos fue dado. - y miró de vuelta a aquella muchacha.

Annipe, una vez más, como antes, se acercó, ...
A1577749 · F
- Niña, Einar, todo, ¡todo! Todo vale, niña, todos iguales, poco importa el nombre. A mí te admito que sí, claro que sí. Lo juro, ¡lo juro! Te juro a ti y ante cualquiera que me ve. - y por una vez su mirada vagó lejos de la muchacha que ahora yacía a su lado - Ante la estrella que ahora cae y ante todo sea humano o animal, niña. ¡Lo juro! - voz que no paraba de estar repleta de altibajos.

Una mujer que solo parecía quedarse de lo que le interesaba, y ya de aquello hacía un mundo de humo que solo ella entendía y comprendía al completo. Para ella todo lo que decía era valioso, pese que para cualquiera solo se enrollara cada vez más y más en una sola línea.

A pesar de cualquier cosa que pasara por la mente de la morena, a pesar de que sus ojos ahora volasen perdidos en el pasto, asentía. Seguía atendiendo a todo lo que decía la rubia, atenta a ella pese a lo perdida que pareciese.

- El mundo es bello, tanto y ¡tan bendecido! Triste, ...
E1577073 · F
— No puedo culparte de pensar así si algo hicieron contigo, forastera, a lo largo de tu viaje. Aquí no sólo encontrarás lo insufrible de los vientos gélidos que azotan el norte, si no que también la crueldad que vive en el interior de cada uno de nosotros, más allá de los señalamientos y el poder que usan para someterte. — Devolvió su mirar hacia aquellos orbes inquietantes y mieles.

— Es parte de la naturaleza humana, no trato de excusar nuestras conductas, pero son detalles con los que sin importar a dónde vayas te encontrarás tarde o temprano. — Señaló tras dejar caer la espalda sobre el tronco del árbol en el que ambas ahora descansaban.
— Sigo creyendo aún así, que las excepciones existen y también seres que mantienen un equilibrio entre el bien y el mal.
E1577073 · F
Aunque llegaba a sentirse un poco confundida por aquel juego de palabras, no podía sentirse del todo incómoda por la calidez que su personalidad irradiaba, algo que hacía falta en lugares tan fríos e inhóspitos en la amplia Escandinavia.

— No me digas ''niña'', puedes llamarme Einar. Sería también un placer poder conocer tu nombre. — Añadió con amabilidad dejando ambas manos caer sobre su propio regazo prestando atención a la respuesta de una pregunta hecha por la nórdica. Un cuenco al que no habría que prestar atención, por alguna razón la incertidumbre danzaba en su cabeza pero insistir estaba de más. Se limitó a asentir antes de pretender hablar.

— No suelo tener mucho tiempo libre, mi participación en estas tierras es bastante activa y aunque no parezca, suelo ir de un lugar a otro hasta que las cosas se tranquilizan y puedo volver a lo que considero mi hogar. — Apretó sus labios tras una ligera exhalación nasal.
A1577749 · F
los animales entonan. ¡Tranquilo! A diferencia de los pueblos donde vas y te echan por culpa de historias paganas. ¿Acaso tú vienes de ahí niña? Pobre de ti. ¡Ay! Pobre si es así, niña. ¡Pobre!
A1577749 · F
Su sonrisa se agrandaba, cada vez más y más con cada cosa que acontecía con ellas dos. Sin quitarle los ojos de encima es que actuaba, casi por impulsos diría, improvisando como si aquello se tratase de una obra de teatro y el público fuese testigo.

- No molestas niña, ¡claro que no! ¿A quién le molestaría una muchacha que se acerca a parlar? ¿A mí? Imposible y juro que no. ¡Lo juro! Y mi palabra no rompo nunca, juro también eso, ¡jurado! - habló y habló sin decir mucho realmente, palabras que tenían sentido en su cabeza, pero que para alguien más de poco alcanzaban a servir y menos entendían - Algo hay, un cuenco, ¿ves? Podría mentir, mas, sincera te soy y no solo a ti, a todos porque las virtudes siempre se deben mantener y de ella siempre alardeo. Pero de poca importancia, juro que lo es, algo que no tendrías que tener en cuenta niña. Solo cuéntame, cuéntame más. ¿Por qué prestarle tan poca atención a este lugar? El mejor donde el sol se oculta y donde...
E1577073 · F
— Normalmente tomo este camino de regreso a mi pueblo siempre que decido visitar las montañas. Había prestado poca atención a este campo, nunca me ha apetecido invadir o interrumpir lo que a la naturaleza pertenece, pero cosas como estas me traen recuerdos gratos debo confesar. No era mi intención espiarte o molestar. —
Observó de reojo a la mujer, ¿estaría más calmada?

— No respondiste mi pregunta, incluso cuando fui la primera en preguntar. Y no creo que sea precisamente ''nada'' lo que hagas aquí. — Señaló tras ella, ¿sería que despejaría su duda de lo que escondía a su lado?
— ¿Qué tienes ahí?
E1577073 · F
— ¿Niña?
Aunque al principio había hecho caso omiso al objeto que pasó discretamente al costado contrario de la mujer sentada consigo, por alguna razón era ahora que su rostro se asomaba curioso sólo para percatarse de qué se había perdido. Quizá de su parte también fue un tanto imprudente y de haber avanzado más, probablemente hubiese desencadenado un incómodo encuentro entre narices, pues en un pestañeo tenía el rostro femenino a una nula distancia del propio causando un respingo que la hizo devolverse y sentarse bruscamente de vuelta sobre el pasto.

— Hablas demasiado rápido. — Aunque su expresión permanecía neutra, realmente estaba asombrada por la vehemencia y labia tan particular con la que se expresaba. No meditó si había sido precisamente tosca al nombrarle su primera observación, su honestidad era lo que en ocasiones la llevaba a hablar de forma tan fría e imprudente.
A1577749 · F
fallase.

- Eso no importa, nada, ¡nada importa! Mas, niña, lo mismo te pregunto a ti. Dices que extraño es encontrar a alguien acá, pero luego tú apareces entre la hierva y observas también, ¿por qué, niña? ¡¿Por qué?! ¿Qué haces acá? ¿Observar nada más? Si fuera así, ni sentada hubieses quedado ahora, así que dime, ¡dímelo! Y sé sincera conmigo, esa virtud que aprecio, así que venga y dime: ¿Qué haces aquí, niña?

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