La luna te dibuja bajo su mirada. Te ilumina cuán lucero, Tu piel más suave que ninguna flor y tu perfume las hace envidiarte. Tu mirada penetra mi ser, encontrandome vulnerable hacia ti.
No es nada, sinceramente lamento mucho si mi presencia os a incomodado... con su permiso me retiro y le deseo un maravilloso día
-Esbozando una sonrisa manteniendo ese porte de tranquilidad mientras ladeo el rostro, después de unos segundos doy un giro de 180 grados para empezar a caminar en dirección opuesta a la joven-
&Alzó despacio una de sus cejas al ver lo que hacía entre sus vestimentas tenía una daga dorada, muy afilada pero al notar que no haría nada más allá de crear aquella flor la dejo dentro de sus vestimentas escuchando sus palabras con calma aceptando aquel regalo aunque no sabía el porque le daba aquel presente sólo suspiro levemente mirándole& Gracias Sir por el presente
-Esbozando una tenue sonrisa al verle salir del lago para con mi mano derecha crear una pequeña rosa de fuego cual irradia un calor suave mas al tocarla no causaría daño alguno, estirando mi diestra diestra hacia a la joven-
