– Sí, aun puedes serlo, aunque creó que tus intereses han cambiado. Ahora extrañaré no encontrar las paredes pintadas con tú arte peculiar. –Ladea un poco el rostro a fin de contemplar a mayor detalle la imagen.
Recuerdo que pensé poder ser el presidente de KORE algún día. Y tú siempre me apoyaste, mamá. – Era una idea insólita, por supuesto, que el rayador de pitos fuese la cara de una Academia de Diseño tan prestigiosa como aquella, pero Donovan apreciaba el aliento que le daba su madre. –
SW-User
Siempre fuiste especial (?) ... -Madre orgullosa (?)-
Me he vuelto más de lo que puedas pensar, niño.— Le daba igual la reacción del castaño, ella sonrió más que satisfecha por lograr que se marchara.— Adios~ — Alzó su mano para despedirse moviendo sus deditos con delicadeza.—
¿Mi ama-? - Quedó perplejo por aquella capacidad de sorprenderlo con barbaridades a él, el más bárbaro. Su rostro se arrugó en disgusto. - Ugh.. Así que te has vuelto una de esas. Eres mi prima, por Dios. - Se fue, claramente irritado, enjaulando los puños en sus bolsillos mientras hablaba sólo y entre dientes. -
Argh..—Se limpió la mejilla con un pañuelo que sacó de su cartera, no quería ser contaminada con gérmenes o algo similar.— Ten compostura, soy tu prima no tu amante, que quede claro.
Uy, la princesa líder mutila patriarcas. (?) - Abandonó su tono infantil, pasando de lado a su prima dejando un beso en su mejilla. - No se enoje, prima. Ya no rayo pitos. - Era un adulto, después de todo. Por poco que pareciera. -
La princesa y tú futura líder.[?] —No seguía los tontos juegos de palabras de su primo. Negó con desagrado cruzándose de brazos bajo sus pechos.— No necesito rayar pitos. Hay que darles un mejor uso, por lo menos rebanarlos.(?)
Uy, la mansión. La prin-ce-sa. - Donovan usó su tono más irritante para imitar la voz de su prima, quien no quería admitir ser una rayadora de pitos. - No puedo rayar pitos. (?)
