-El turquesa de sus ojos contrastaba con aquel brillo azulejo en los ojos de él, casi enternecida de ese rostro tan perfecto, no diría angelical, pero si una perfecta pieza que ella misma tenía miedo de palpar y quebrar. Pero sus anhelos eran más fuertes, no podría abandonar tan excelsa obra sin antes hacerse cargo así misma de su cuidado. Una sonrisa de alivio hizo relucir el pálido rostro de la rubia y se acercó poqueando su frente muy suavecito con su otra mano.- Te pintaré en la intimidad, haré muchos trazos de pintura en tu cuerpo haha~
– Ojos color glaciar relucieron como lo harían al recibir aquellos primeros rayos de luz solar, esbozando una cálida sonrisa. Desde su regreso lo habían hecho sentir muy en casa, y él solo esperaba poder devolver el favor, tanto a su familia como aquellas personas que quería considerar parte de su familia más cercana. – Píntame como una de tus francesas, Amy. – Entrecerró los ojos, girándose donde estaba sentado para apoyarse de ella, viéndola desde abajo. – Gracias.
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–Intentaba leer cada expresión de su rostro, a veces modesto otras más travieso en sus reacciones, lo que despertaba su curiosidad y ese sentir de adorarlo en cercanía. Su aventura no empezaba del todo, pero ya le emocionaba compartir relatos y sueños junto a su ferviente compañero.– Debo cuidar de ti Donovan, y no te estoy preguntando si quieres o no haha..– Sus mejillas ruborizaron dulcemente en una tonta risa, no era muy expresiva en palabras, pero manifestó poco de ese afecto entrelazando los dedos de su mano.– No te dejaré.
- Por un instante el velo casi imperceptible en su mirada cayó, viéndola con pena sincera. Se preguntaba si ella realmente pensaría eso de él si supiera de sus historias, si escuchara sus pesadillas. Encorvó la comisura de sus labios en una amable sonrisa, llena de aquel pesar. Corrió el pulgar por el dorso de su mano y regresó a la conversación. - Oh, yo sé que te llama la idea. ~
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La dejaste perder..pero hay reparo hasta para un alma dañada.. –Suspiró hondo chasqueando su lengua producto del pequeño "descontento" que se cargaba por dentro. Deseaba ayudarlo aunque se negara, pese a todo fue su apoyo y acobijando la mano que le fue dada.– Tus sugerencias dejan mucho que pensar Donovan...haha –Trató de contener la risa pero el rubor que teñía sus mejillas, delataba lo bien que la pasaba en su compañía.–
Uff.. Mi alma está perdida, me temo.. – Lamentó con fingido entusiasmo, tomando una de sus manos para llevarla a su regazo, acogiéndola entre sus dedos. – Lo que sea para decirte que te montes. – Un fronte fuerte y “agresivo” para contrastar el rubor agresivo que el beso provoco en sus mejillas, para afrontar con una sonrisa la propia timidez. –
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Si con ese juego te hago recapacitar de tus acciones lo haré. haha. – Rió en amplitud, regresando el cariño que había rechazado antes con un beso en su mejilla.– Será agradable tenerte como mi ¿tanque?, hahah chico travieso.
@Aᴍᴇʟɪᴇ ಋ: Nos vestimos de magos en un bosque y nos lanzamos bolitas de aluminio fingiendo que son relámpagos. (?) Yo podría ser tu tanque. – Trató de no ofenderse mucho por el rechazo a su cariño, después de todo, era muy difícil de tolerar. –
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¿Por quién me tomas Donovan? Nada de eso..Tskk.. –Bufó en una corta respiración de enojo y dispersó la caricia alejando unos centímetros el rostro.– No he probado eso.. ¿Qué es? – Su tono de voz denotaba seriedad, se preocupaba mucho por él y más de sus desastrosos juegos.–
¿Beber cerveza? ¿Bendecir una casa? ¿Vendetta? – Vaya que le agradaba molestarla, resumir en una sutil caricia con el índice a su barbilla el cariño que le tenía y que parecía ser tan difícil para expresarlo. – Seguramente sí. ¿Has probado el LARP?
