Carraspeó un poco antes de dar otro sorbo a su café, se recargó en su lugar y cruzo una pierna sobre la otra fijando su mirada en la operadora. — Hablo enserio Blaze, no pienso beber. — Pero sabía bien lo insistente que la felina podía llegar a ser. — Por poco y no sobrevivo la última vez a l regalo de Kal'tsit — rasco su nuca y sonrió ladina antes de relajar un poco su cuerpo. — Aunque una cerveza no vendría mal...
—¡Esta noche entonces! Es una cita.— Le dedicó un guiño, mientras se apoyaba en la mesa con ambas manos, en una postura despreocupada. —Y no te preocupes por nada, Doc, yo invito... todos los refrescos que te quieras tomar.— Soltó una ligera risa. Ambas sabían que la noche quizás no terminaría como la doctora planeaba.
— Si, seguramente fue en ese momento...— su mirada se fijó en un punto del lugar divagando en entre los pocos recuerdos que tenía,a mayoría con lagunas. Movió su cabeza un poco obligándose a reaccionar y levanto nuevamente la vista a Blaze. — Solo te recuerdo que no voy dispuesta a beber...— repitió, aunque parecía que trataba de convencerse a sí misma más que nada.
—¡HAH! Estoy completamente segura de que fue en algún momento entre el vodka y el soju.— Le agradaban esas charlas simples, en el fondo, le habría gustado que el mundo fuese de ese modo, sabía que era demasiado pedir, pero era la razón por la que intentaba vivir al máximo. Si la oripatía estaba acabando con su cuerpo, no permitiría que le robara también los buenos momentos. —Entonces acompáñame, conozco un buen lugar!
PL era sin duda un grupo que a pesar de que manejaban con gran profesionalismo los negocios, perdían el control gravemente cuando de beber se trataba. La Doctora solamente dió un sorbo a su café y sonrió. — De la última fiesta, no sé en qué momento perdí el control. Pero juro que fue la primera y la última. —
—¿De la última batalla o de la última fiesta?— Ladeó un poco el rostro, con la curiosidad de un gato, una de sus orejas felinas ligeramente se movió. —Debo aceptar que las Pingüinas saben como divertirse. Son unas completas dementes.
A diferencia de Blaze, el rendimiento de la doctora si se veía afectado severamente cuando bebía. — Podría acompañarte, aún no me recupero de la última vez.— Dicho esto llevó una mano a su cabeza, como si recordar fuera más que suficiente.
—¡No afecta mi rendimiento en el campo de batalla!— Como toda alcohólica, se excusó enseguida. —Pero es bueno para relajarse.— El problema con Blaze, era que todos los días quería "relajarse", más sonrió como si aquello fuera lo más normal e inocente del mundo.
