La Sarkaz conocía bien el momento perfecto para molestar a la doctora, sabía también exactamente qué palabras decir para irritarla y hacerla perder la paciencia. Sin embargo W sabía muchas más cosas de su pasado y al igual que los demás, se rehusaba a hablarle sobre eso.
Apretó sus puños y de un tirón de su brazo logro liberarse del agarre de la mercenaria. —Es mejor volver. — Se detuvo súbitamente, una enorme estructura de cristales se alzaba frente a ellas. — Orignium...— retrocedió y colocó su mano al frente para detener el avance de la Sarkaz quien parecía más entretenida molestando a la estratega.
—Al parecer encontramos lo que querían. Hay que cerrar este lugar cuanto antes. —
Suspiró. Al menos eso tenían en común, el odio de esa horrible mujer. Adelantó rápidamente los pasos que les separaban para tomar el brazo de la doctora, riendo de nueva cuenta sus pupilas extasiadas la observaron. —¿No te gusta el peligro? Imagina su cara cuando regresemos con vida a la base. No tienes nada que temer, doc, después de todo eres una sobreviviente, como una cucaracha.—
Se apegó ligeramente, sabía que sus acciones tan contrarias a sus palabras le harían sentir incluso más miserable. Sus palabras hostiles sabían a miel para la desequilibrada Sarkaz. —Podemos pensar que no es una bruja y nos ha enviado a pasar un rato de 'madre e hija'— Se burló.
¿Aún insistía tanto?. —He sido sincera contigo y te he dicho todo lo que se. No entiendo porque insistes tanto, no puedo recordar mas. — Esa actitud hostil, molesta...una misión larga que no parecía tener fin. Estaba perdiendo la cabeza.
— No entiendo porque nos hacen venir aquí, hemos revisado la zona más veces de las que puedo recordar y nada. No entiendo que es lo que creen que encontraremos aquí. — Se detuvo y miró su dispositivo, no había señales de nada. — Kal'tsit seguramente nos envió por fin a nuestra destrucción. —
—Oh, cuento con eso. Siempre es bueno mostrar a los demás lo que hay debajo de nuestras máscaras. ¿No es así? Sinceridad, le llaman.— No iba a perder la oportunidad de molestarla, menos en ese estado. W estaba dispuesta a causar todo el daño que pudiera a esa persona que le arrebató todo, que se negaba a darle respuestas, pero si no las obtenía las encontraría por su cuenta, después de todo, por eso había aceptado unirse a Rhodes Island.
Le siguió, llevando las manos a la espalda, lo que para la doctora era un momento frustrante, para la Sarkaz era un paseo por el parque. —Te notas cansada, doc. ¿Los años te han pesado tanto?
Siempre señalaban la falta de frialdad y crueldad en sus decisiones. Últimamente sentía algo en ella cambiar, forzando a adoptar una actitud más negativa, más fría y mucho más distante por lo que el tacto de la mercenaria contra su hombro no fue bien recibido por parte de la doctora quien se apartó inmediatamente y continuó caminando, estaba de mal humor, su cabeza dolía, tenía días así...con su sanidad al borde. —En ese caso te aseguro que unas cuantas personas estarán de acuerdo contigo.-
Soltó una risa, amarga, sin esforzarse por ser discreta. -¡Así me gusta más! La mejor parte de ti es esa que no teme despedazar a cualquiera con tal de lograr sus objetivos.- Extendió su mano, empujando ligeramente el hombro de la doctora con su índice.
