–Calias fascinado por la presencia de sus invitados, dio la orden de que se les tratara con el mayor respeto y se atendieran sus caprichos y deseos. Dionisio no espero mucho tiempo para avivar las cosas en la fiesta, tomando de la copa de cristal y bailando con un par de mujeres.–

Palabras sabias hermanos, ya hacía falta una noche así. Fuera de los temas de guerra.

–Elevó su copa chocandola delicadamente con la de sus hermanos– Quisiera proponer un brindis por el anfitrión y por supuesto por mis hermanos. –dedicando una sonrisa hacia Calias, el hombre empezó a fanfarronear sobre los dioses, incomodando a unos presentes–

¿Cómo puedo hacer su noche más memorable hermanos?