Su respuesta sonó tan "inofensiva", que casi se la creyó. Frunció sus carnosos labios y enarcó una ceja, mirándole con incredulidad mientras removía algunos escombros con el pie, ensuciando la punta de su bota de polvo.

Había terminado su investigación del día. Descruzó los brazos y se relamió los.labios, guiando una mano nuevamente a su cabellera, pero esta vez para revolverla ligeramente.

— Roy no está en la ciudad. No que yo sepa —añadió, sin agregar que se fue a una misión a Seattle con Ollie.— Debes estar cansado por el viaje, en casa no hay "chicas lindas", pero hay comida. —Indicó en lo que despejaba sus redondas caderas del muro, girándose para seguir su camino por ese callejón.— Tú dices.

—Cuando tu quieras que sea. —dejó el comentario al aíre como si nada, apenas mirándole de soslayo. —Si, vine a ver Roy, ya sabes, cosas de chicos. —y con eso se refería a que solo iban a estar comiendo y jugando video juegos hasta el amanece. —Creí que también podría conseguir a una linda chica para ir a beber un día de estos.

— ¿Cuándo será la siguiente vez?

Cuestionó con intriga notable, ahora que elevaba ambos brazos a la altura de su escote, para cruzarlos.

— ¿Vienes a Star City por alguna razón en especial?

Se cruzó de brazos y se le quedó mirando. Si, había crecido desde la última vez que se vieron. Se encogió de hombros y le dedicó una sonrisa ladina.

—Estoy seguro que la siguiente vez lo harás, blondie.

Se gira por completo. Sabía bien porqué lo decía, y su mirada la delató al echar una mirada a sus medias de red, mientras apoyaba la cadera contra el muro. La rubia metió una mano en uno de los bolsillos laterales de su chaqueta, con la otra repasó sus mechones dorados y los acomodó detrás de su oreja.

— Quisiera poder decir lo mismo si te viera de espaldas, pero has crecido mucho.

Le regresó el guiño.

—Ni si quiera te tuve que mirar la cara para saber que eras tú.

—Le mira amenazadoramente... termina guiñándole un ojo.— (?)

/inserte piropo de camionero cualquiera. ¿?