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Y aquí vamos de nuevo, pensó Dilay. Era hora de conseguir otra parte más del mapa. Hace algunos días había robado de un sótano una pequeña manta hecha con piel humana. Alguien había decidido ocultar el mapa de un desconocido botín en las espaldas de sus colegas, un legado que le dejaría al más fuerte, a quien pudiese juntar todas las piezas. Dilay se había involucrado en algo que quizás no le correspondía, pero que su hambre de cazadora la había hecho ir a correr el riesgo. Las piezas que tenía aún no eran suficientes, así que se dedicó a rastrear al círculo de colegas de May, su última...
 
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redshadow · 36-40, M
[code]— ¿Uh? — Fue el único ruido que salio de su boca al ver que la mujer comenzaba a correr, solo movió la mirada y observo como salía despedida por el pasillo. Antes de que pasara cualquier cosa, decidió pasar de lado. El cuerpo de Ryuuji fue cubierto por una bruma de color rojo oscuro, una vez que esta se disipo por cuenta propia, ya no estaba el cuerpo del chico, había desaparecido como por arte de magia.

Desde su ubicación en el espacio entre espacios pudo mirar lo que ocurría en el mundo real, un grupo de hombres había aparecido provenientes de un elevador que estaba escondido entre los muros, ellos no lo podían ver pero Ryuuji si los podía ver, en especial las armas que estos cargaban consigo, sin duda que la secrecia de sus acciones indicaba que eran personas cercanas al líder.

Como no tenía de que preocuparse, se quedo escondido, mirando como estos seguían su camino, andando por el camino contrario a donde se había ido la albina.[/code]
DilayLux · 26-30, F
Tragó saliva cuando él comenzó a rodearla, y aunque ella no se movió el ojo de su mano no dejaba de seguir sus pasos. Este se entrecerró después de unos segundos, dirigiéndole al joven una mirada sospechosa. Después de segundos la pupila se dilató, y esa mano gritó. "MIERDA, ¡CORRE!" El grito fue inesperado, pero ella reaccionó. Se apartó del hombre brincando hacia un costado, y emprendió carrera lejos de él, pero el peso del rifle y la distancia que él tenía cerca de ella podrían complicar su huída. Quería preguntarle al ojo qué había visto, pero ahora controlar su respiración era más valioso.
redshadow · 36-40, M
[code]Algunos pasos se hicieron presentes, en este breve tiempo se preparo para cualquier tipo de situación que ocurra con esa persona. Tuvo su mirada atenta a la dirección de donde provenían los pasos, fue después de unos segundos que apreció la figura de una mujer de cabello blanco quien parecía bastante bien armada.

Claro, di una vuelta a la izquierda y de pronto llegue aquí — Musito bajo, marcando bien la ironía y broma de sus palabras con el gesto de su rostro, una sonrisa amplia en la que mostraba sus blancos dientes. Camino hasta donde la mujer y camino alrededor suyo, lentamente mirando cada detalle suyo en especial esos tatuajes — Supongo que tu igual vienes de paseo.[/code]
DilayLux · 26-30, F
Entrecerró los ojos y acusó con la mirada al tatuaje de su mano, que rodó el orbe hacia arriba dándole un desaire. "¿Qué esperabas? Parece que es hábil." Dijo. Vaya, a veces desearía no tener un ser parlante en su extremidad. Alzó ambas manos y salió del escondite, con el rifle en su espalda sujeto de una correa que le cruzaba el pecho. Tenía mútiples tatuajes en los antebrazos y palmas, y estos tenían movimiento propio. Tales cualidades pertenecían a la Organización de Cazadores.- Hey.. ¿Dando un paseo?
redshadow · 36-40, M
[code]La preparación para ser el mejor ladrón le dejo un oído bastante sensible, tanto que pudo captar ese breve "Shh" que se escuchó, eso hizo que detuviera su andar. Estaba bastante seguro de que se trataba de otra persona que estaba ahí a escondidas, de ser alguien que trabajará para ese mafioso entonces no hubiera tenido una reacción como esa, todo lo contrario, hubiera actuado rápido, habría sacado sus armas y hubiera disparado con la ilusión de acabar con la persona que estaba en ese lugar sin permiso de ese líder.

O sales o me encargaré de hacer que suenen las alarmas— El no tendría que preocuparse por evitar a un grupo de mafiosos, solo necesitaba un puff y estaría afuera. Su curiosidad le hacía quedarse ahí y ver que otra persona estaba presente, simplemente deseaba saber quien fue la persona que cometió ese leve ruido que bien podría ser un problema de haberse encontrado con otra persona.[/code]
DilayLux · 26-30, F
Finalmente su turno había terminado. Ya estaba tras de ella su reemplazo, así que tomó su rifle y bajó de su puesto en la azotea. Las cosas no iban bien, no había encontrado pistas sobre el jefe en cuestión, y quizás su espalda no estaba realmente tatuada... No, debía perseverar, era la única pista que tenía, los portadores de las pistas estaban demasiado bien ocultos, y su tiempo bien podría estar contado. Había robado una generosa porción del mapa de piel, y quizás ya estaban tras ella.

Entonces lo sintió, una presencia de pasos sumamente quedos cerca. Arru el entrecejo y la nariz y miró a su alrededor, no había nadie. Se colocó en la esquina de un muro, ocultándose y espiando con el ojo tatuado en su palma derecha, el cual asomó.- ¿Qué ves...? -Le preguntó a su extremidad, la cual contestó con un breve "Shh!".
redshadow · 36-40, M
[code]Tesoros, una palabra bastante importante para alguien como Ryuuji cuyo clan siempre se ha dedicado a ser ladrones, a tomar los más grandes tesoros y hacerlos parte de sus colecciones privadas.

Escuchó por bastante tiempo acerca del rumor del mapa de carne, algo proveniente de un criminal que puso las piezas de un mapa en los cuerpos de las personas que formaban parte de su banda criminal. No tenía una pieza de ese mapa pero los rumores en el bajo mundo le llevaron a un hombre, al líder de una mafia, poco le importaba su nombre porque solo le importaba una cosa, le iba a robar ese mapa.

No fue complicado atravesar toda la seguridad, más bien, ni siquiera lo tuvo que hacer, solo por un puff apareció dentro, solo que lo hizo en un lugar seguro, uno donde no podía ser visto por nadie. Tenía que mantenerse escondido, moviendose entre las sombras porque solo de ese modo podría ver a su víctima, el primer paso al tesoro.[/code]
DilayLux · 26-30, F
Víctima. Había dado con el jefe de una pequeña mafia traficante, donde el principal giro era la tecnología. Codiciosos ingenieros y vendedores clandestinos se daban cita en esa organización, distribuyendo elementos exclusivos del ejército, de la NASA, de sitios donde una persona normal jamás tendría acceso. Después de pasar por arduos filtros, finalmente consiguió infiltrarse como francotiradora encargada de la defensa de la base, entre largos turnos y numerosas tazas de café con las cuales permanecer despierta... Hasta que un día pudiese echarle un ojo a la espalda del jefe, que no parecía venir nada seguido al lugar.

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