Eres una semi diosa Diana no un ser inmortal, también tienes derecho a padecer y no sentirte bien, te presionas demasiado... vaya eso suena tan irónico viniendo de mi.
*Tomo un endulzante con sus dedos, agitando el sobre para que todo se acumulara en el fondo. Abrió el sobre y lo vertió en la taza para poder mover con el removedor endulzando la bebida*
Es todo lo que se hacer Diana. Es para lo mejor que sirvo, cuidar mi ciudad es todo lo que tengo. No puedo quedarme sentado y ver como se hunde mi ciudad en el caos. Se que cuento con tu ayuda Diana, este café lo comprueba (?)
Suspiró suavemente, volviendo a la mesa con ambas tazas servidas. Le ofreció una al rubia, la propia la colocó ante su puesto.
— Malestares físicos, parece que no soy tan resistente como see cree —sonrió a medio labio. Los endulzantes estaban sobre la mesa. Vertía un chorrito de miel en su taza, observando al arquero mientras revolvía—. Trabajas demasiado, debes cuidar tu mente y tu salud, o tu espíritu no podrá sanar, Ollie. Si hay algo en lo que te pueda ayudar, sabes que lo haré.
*Soltaba el arco que le acompañaba siempre en una mesa y estiro un poco el cuello, llevo su diestra al mismo para intentar aliviar la tensión del día*
Que te sucede princesa? por que estas mal?
Yo... pues ocupado, mayormente ocupado, como bien sabes tengo problemas para dejar lo que hago. Por eso me pareció bien tu comentario y tomarme un pequeño descanso.
— Es lindo verte sonreír —se dispuso a ir en busca de otra taza. La cafetera ya había terminado la preparación, sólo había que vertir el café en las tazas—. No me he sentido muy bien últimamente, ¿cómo has estado?
