-Inclinó la cabeza un poco para atrás al ella guiñarle el ojo, entre incrédulo y preocupado.- Pero yo no he re...olvídelo. No se preocupe. La agrego. -Saca el celular y la agrega mientras balbucea.- A quién no le gustan los viajes y la comida...
Claro que sí ocurre algo, lo sabré. Y vendré a ayudarte. -Prometió, guiñándole un ojo con una complicidad que no duró mucho tiempo. La amazona metió las manos dentro de los bolsillo de su abrigo y encogió los hombros.- Tú también deberías considerarlo la próxima vez que reveles mi identidad en un lugar público. Y si te interesan los viajes y la comida, agrégame. Hay cosas que puedo mostrarle al mundo como Diana.
-Niega con la cabeza.- En nada, tengo la ciudad cubierta, pero le aviso si algo pasa. -Sonríe de nuevo con malicia. No parece interesarle el público o la ausencia del mismo.- Pero no se preocupe, se entiende lo de la tecnología, sólo considere que es una figura pública.
-Miró en todas direcciones, pero mantuvo el semblante intacto aún cuando estuvo comprobando que no hubiera civiles husmeando en su charla.- Soy amiga de la tecnología, pero las redes sociales no siempre son lo mismo. -Admitió.- Fue un poco incómodo lo de Oliver. ¿Puedo ayudarte en algo?
Entiendo que sea la Mujer Maravilla, pero no se crea tanto, literalmente aparece en mi feed. -Traga saliva pero mantiene su sonrisa tranquila pero con un trazo de malicia.- Eh, sí...ella está bien.
¿Me estuviste mirando desde las cuentas de Donna? -Ahogó un resoplido. Era un muchacho, después de todo, y la paciencia de la amazona era una de sus virtudes.- Por cierto, ¿cómo ha estado ella? -Sonrió al fin, recobrando un temple más amable, más amistoso.-
-Exhala profundo.- Genial, ahora tengo que hacer lo mismo. Roy. -Asiente.- Un gusto. -Dice más por cortesía practicada que nada.- Aparecen en mi feed, así que quise hacer un apoyo a la comunidad.
Tienes razón. Debí salir tan rápido que no me fijé. -Pestañea varias veces, no era gran problema para ella. Lo solucionaría al volver a casa, pero en cambio esa actitud tan insolente le hizo adoptar un gesto desaprobatorio, incluso cruzó sus brazos.- Diana. -Le recordó.- ¿Por qué estabas mirando mis fotos?
