Todo marchaba perfecto, el proyecto 222 reaccionaba bien, se movía bien, respiraba bien, funcionaba bien. Todo lo que Devana tanto esperaba por fin estaba funcionando. Le había indicado a Vexanna que se aproximará al laboratorio en cuanto ella pudiera, era hora de mostrarle su obra maestra.
222 intentos, hasta se oía poético. Esa mujer no dejaba de darle sorpresas gratas, mientras la besaba se inunda de amor por su talentosa esposa apegándose lo más posible a su cuerpo.
En otra vida, Devana le había preguntado si podía ser algo más que una cazadora. Lo había logrado satisfactoriamente, crear una vida en lugar de arrebatarla.
— ¿Qué sucederá ahora? ¿Qué pasará con ella?
Pregunta con un tono suave, llena de esperanzas al sonreír de labios cerrados.
