El beso le tomo por sorpresa sin embargo correspondio enseguida continúando esa quimica de ambas, poso sus manos por aquellas caderas mirandole al alejarse por segundos.

— No lo había visto de esa manera... Tienes razón, eso me hace más genial de lo que soy...

Ríe suave de forma fanfarrona pero jugando con su esposa, detalla los orbes ajenos admirando aquella felicidad que todo aquel procedimiento tan engorroso había causado como resultado final.

— Jamás creí tener una familia ¿Puedes creerlo? Serás la mamá de este bebé en conjunto conmigo

Coloca su mano pasando el cabello rubio detrás de la oreja ajena.

— Deberíamos celebrar e ir a ver cosas para esta bebé.

Levantó su mano libre en señal de confianza y continúa hablando bajo, como si la niña en crecimiento pudiera oírlas.

— Prometo que no tocaré nada, pero si vendré a visitarla todos los días. No cualquier mujer puede presenciar cómo va formándose su hija fuera del vientre. Es una oportunidad que tu me diste, tesoro.

Con un impulso de euforia, vuelve a besarla profundamente. Vexanna por fin tendría la familia que siempre deseó tener.

Termino de atrapar los dedos en los contrarios para bajar la mano de la rubia y sostenerlos así de esa forma podría abrazarla por la espalda. Devana solo asíntio despacio cargando su menton en el hombro ajeno.

— Lo que tú desees ... Si quieres esperar a que abra los ojos, será así. Por ahora dejémoslo descansar y que cumpla el siguiente mes.

Le mira por un momento pensativa.

— Puedes venir acá cuando desees verla. Tienes acceso a todo el laboratorio, solo no toques nada que pueda perjudicar su proceso de desarrollo.

Ese gesto entre sus manos sobre el contenedor le estremecía el corazón. La rubia se sonreía más suave, era una mujer emocional pese a la fortaleza que podía trasmitir.

— Antes de decidir un nombre, quiero ver sus ojos. ¿Podemos esperar hasta ese entonces?

— ¿Que nombre le pondremos?

Alcanza otro beso a sus labios acercándose con ella para colocar la mano de Vexanna con la de ella encima en el tubo en frente del bebé. Apretaba ligeramente los dedos en los contrarios.

Vexanna reconocía que era cierto. Poseía un manto de serenidad y magnetismo hacia los niños, se sentían a gusto con ella. Humanos, y no humanos.

Se mostró con una sonrisa confortable y asiente dejando un beso en los labios de su adorada Devana.

— Estoy de acuerdo. Haremos un buen equipo, cariño.~

La azabache se acomoda en frente de ella tomando ambas mejillas de la alemana mirandole con atención.

— Tu fuiste mi inspiración... Te he visto... Se lo maternal que eres y lo tierna que eres con los seres más débiles. ¿Por qué no darte el regalo de un hijo? De una vida...

Acaricia sus pulgares en las mejillas de la Alemana con especial amor y cariño.

— Ayúdame con todo lo que implica un niño, no es mi fuerte pero haré mi esfuerzo también en ese aspecto. Es de ambas Vexa ~...

— Es hermosa.

Fue su respuesta, parecía no haber oído nada de lo que su esposa dijo pero si lo hizo. Dejó de observar a la pacífica infante en el contenedor de cristal, solo dedicando una mirada suave a su amada Devana.

— Dejame ayudarte en lo que sea necesario, amor mío. Tu hiciste demasiado, me siento insatisfecha conmigo misma al no colaborar contigo...

— Hay que esperar el siguiente mes para que tenga los nueve meses... De allí sacarla del tubo que conecta su ombligo y darle un nombre... Leche materna, tal cual como un bebé común y silvestre.

Pensativa pero sin soltar a su musa alemana observa aquel bebé.

— Debo igual hacerle más examenes, por si tiene algo anormal. Ya sabes, ciencia ficción como en las películas, alguna habilidad especial, no lo sé.

Recuesta su cabeza en la ajena sin quitar la vista de esa creación.

222 intentos, hasta se oía poético. Esa mujer no dejaba de darle sorpresas gratas, mientras la besaba se inunda de amor por su talentosa esposa apegándose lo más posible a su cuerpo.

En otra vida, Devana le había preguntado si podía ser algo más que una cazadora. Lo había logrado satisfactoriamente, crear una vida en lugar de arrebatarla.

— ¿Qué sucederá ahora? ¿Qué pasará con ella?

Pregunta con un tono suave, llena de esperanzas al sonreír de labios cerrados.