Devana era una hábil pecadora que activaba la lujuria de esa rubia. La observaba con una media sonrisa; su mirada azulada era pesada cuando movía dos de sus dedos haciendo presión sobre eso lengua traviesa.

— Deseo hacerlo contigo. Voy a hacerlo contigo...vámonos ~

— No se... ¿Que dice mi amada?... ¿Que quieres hacer, bruja sexy? ...

Toma su mano dejando un beso y una lamida al dorso de la dama, Devana le miraba sensual y seductora. Luego alcanza uno de los dedos ajenos sin quitar su mirada de ella, los lamía y pasaba su lengua en estos.

— ¿Ahora, Dev...? Creí que iríamos a disfrazarnos.~

Vexanna entorno su mirada por el rostro de la mujer, con parpadear lento detallandola. Quería justo lo mismo que ella.

— ¿Prefieres ir a otro lado, cariño? ~

Su mirada baja de la vista ajena hacia aquellos senos apretados en aquella mesa. Nuevamente vuelve a subir a los labios y termina en la mirada ajena. Devana sonríe suave de labios cerrados, se acerca también a esa mesa para tomar el menton ajeno de la mujer firme.

— Me estimulas con esas palabras...

Se acerca alcanzando los labios dejando un sensual y delicioso beso.

— Quiero meterte los dedos ahora...

Vexanna separó sus labios ante la sorpresa. ¿Un embrión? Esperaba algo como Tummy, pero su esposa perfeccionista no dejaba de asombrarla.

— Nunca termino de conocerte, siempre eres capaz de algo nuevo y mejor.

Vexanna se inclina con sutileza sobre la mesa pero, a pesar de ello, su atractivo escote deja ver su lado perverso cuando sus senos se aprietas contra la madera mientras mira los labios de Devana de forma peculiar.

— Tu inteligencia me estimula bastante...~

A pesar de que Devana no era expresiva ese guiño hizo que su pecho sintiera calor, la rubia sabía cómo hacer que la azabache se pusiera suave.

— Aún es algo pequeño, debo ir desarrollando el embrión... Puedo mostrarte cuando estemos en el laboratorio, está allí nuestra criatura.

Se sentía más aliviada, apretó sus dedos en los ajenos mirando a la rubia.

— Aún no sé el sexo, pero puedo modificarlo también

— Mnh...verás, siempre he querido ser madre. No imaginé que también fuese tu deseo, cielo. Tal vez ahora no te conozco tan bien...

Diría bajando sus dedos para entrelazarse despacio con ella. Vexanna pensaba en Devana, su antigua novia, la cazadora. ¿Habría ella querido tener un hijo también? Jamás lo sabría.

— Dejame ayudarte, dejame participar en el proceso. No puedes crear a nuestro heredero tu sola.

Coqueta le guiña un ojo, trasmitiendole seguridad.

— ¿No quieres?...

Su voz se puso un poco más baja, estaba suponiendo antes de tiempo. Sin embargo deja que su esposa le toque. Devana alza su mirada verdosa a la ajena.

— Era algo que te iba a comentar... Solo que... Encontraste a Tum antes de tiempo... No era la idea que descubrieras esto tan temprano.

Baja su mirada pensativa, si Vexanna no querría un hijo entonces detendría el proceso.

— Si no estás interesada, mal interprete yo cariño

Cuando la escucha se limpia los labios con una servilleta, la cual dobla delicadamente luego de usarla. No dijo nada, el silencio pudo sentirse incómodo ya que Vexanna no mostraba una reacción.

Segundos después estira su diestra, posandola sobre la muñeca de Devana.

— Dices que quieres tener un hijo. Un hijo conmigo, y por eso estás creandolos... Devana...

En sus labios se dibuja una sonrisa, a la vez que sus dedos acarician con gentileza esa piel.

— ¿No crees que es algo que debíamos hablar antes de proceder, tesoro?

Devana comía agusta en silencio hasta que escucho la pregunta de su esposa. ¿Era momento de hablar? Devana entonces se decide por el si.

— Va... Bien... Aún sigo perfeccionandolo... Es...

Se quedó en silencio nuevamente tomando una papa.

— Quiero un hijo contigo Vexanna. Por eso ando tan concentrada en este proyecto.

Come su papa en silencio, esperaría la respuesta de ella.