« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Fl1558148 · M
Algún ser con menor valentía u orgullo que los suyos podría haber resentido la ofensa; no así Flauros, quien se limitó a esbozar una sonrisa triste, recuerdo de otros tiempos lejanos, más felices. Por un momento, su rostro pareció casi humano, desprovisto de esa aura oscura que parecía teñir cada movimiento suyo desde su renacimiento. Mas la ilusión fue pasajera y rápida, volviendo a endurecerse sus facciones y a encenderse sus tizones; éstos se fijaron en Chordeva, como si esa fuese la última vez que podrían hablar sin lanzarse al cuello del otro, armas en ristre.
Qué lástima. Tan resguardada en tu confianza, no puedes reconocer una amenaza ni aunque ésta baile desnuda en tus narices; y no soy yo, Chordeva, quien la representa. He hecho cuanto pude; la poca conciencia que me queda, si es que se le puede llamar así, está en paz. Te acordarás de mí cuando mis palabras se cumplan, y entonces no tendré más que escarnio para tus voces suplicantes...
Qué lástima. Tan resguardada en tu confianza, no puedes reconocer una amenaza ni aunque ésta baile desnuda en tus narices; y no soy yo, Chordeva, quien la representa. He hecho cuanto pude; la poca conciencia que me queda, si es que se le puede llamar así, está en paz. Te acordarás de mí cuando mis palabras se cumplan, y entonces no tendré más que escarnio para tus voces suplicantes...
Add a comment...