... - Luego de haber pasado Nochebuena y Navidad en la casa de la familia Trappola, Deuce y Ace se dirigieron al pueblo más alejado de la ciudad, que se encontraba en lo alto de una colina. Allá, el clima era el más frío de todo Rose Kingdom, por lo que los chicos tuvieron que ir hasta ese lugar bien abrigados, para así llegar a la casa de la familia Spade, en donde vivían la madre y abuela de Deuce. -
A-Ace...Al menos espera a que lleguemos a mi casa. - Pidió el peliazul entre risas, ya que el pelinaranja tenía intenciones de besarle por el camino, a unos metros de distancia del edificio.
Heh, tienes razon -responde en ese momento, dejandose recostar en la cama para rodearlo con los brazos y besarlo con ganas, separandose en un momento para retirarse los pantalones y terminar solo en boxers, invitandole con la mirada a centrarse en la cama-
No quisiera que mamá nos escuchase. - Le dijo con una tímida sonrisa. - Sin embargo...Me siento muy feliz. Mamá tomó lo nuestro con calma. Nuestras familias nos apoyan...¡Hay que celebrarlo! - Exclamó muy emocionado, empujando con suavidad a Ace sobre la cama, quedando él sobre su pareja, para besarle.
SW-User
Música? -pregunta al escuchar aquella melodia sonar, no pudiendo evitar el sonreir ampliamente y morderse el labio inferior antes de seguir besando a su novio, poniendo una mano en el muslo ajeno para irle acariciando por encima de la ropa-
... - Escuchar su respuesta fue como música para sus oidos, sonriéndole con deseo. - Ven aquí... - Lo guió hasta su cama y se sentó a orillas de esta, indicándole también que se sentase a su lado. Ahí, acercó sus labios a los ajenos, besándolos con tranquilidad con sus ojos cerrados. Mientras hacía esto, sacó su pluma mágica y con leve movimiento, hizo que el reproductor de música que estaba cerca de allí comenzara a sonar. Era un instrumental de jazz a base de piano, bajo, saxofón y percusiones, aumentando el erotismo del momento entre ambos. -
SW-User
Yo tampoco... -sonrie suavemente al escuchar aquellas palabras, asintiendo un par de veces y dedicandose a besar los labios de su novio- Te dejo hacer conmigo lo que quieras...~
Heh...Nunca olvidaré aquella noche. - Dijo sonrojándose al recordar aquello. Esa noche pudieron experimentar, ya que estaban solos en la casa de Ace. Sin embargo, en la casa de Deuce habría mucha más libertad, puesto que el apartamento era más amplio y su madre respetaba bastante la privacidad. - Ace...¿Quieres hacerlo? ... - Le preguntó el peliazul, abrazándole mejor cuando el pelinaranja se voltea. -
SW-User
-Se esperaba de cierta forma aquel abrazo pero no el beso en su cuello. Suelta un suave gemido antes de morderse el labio inferior, acariciando las manos ajenas sobre su abdomen- Desde que fui tu top no lo hemos hecho... eh...? -le dice volteando el rostro para poder besarlo tranquilamente, terminando por voltearse para abrazarlo-
Si, desde que era un bebé... - Deuce se acercó despacio hasta Ace, el cual estaba de espaldas a él. En esa postura, el peliazul le rodeo la cintura con un brazo, aproximando los glúteos ajenos cerca de su pelvis, mientras le tomó de la barbilla con su otra mano, para mover ligeramente su rostro y besarle su cuello. - Ace...No puedo aguantar más. Desde que salimos de vacaciones, nosotros no... - Le decía cerca del oído, volviendo luego a besarle el cuello, liberándole de su bufanda para besar mejor aquella zona. -
SW-User
No dejaré que tenga el cuarto desorganizado -responde finalmente el pelinaranja, sonriendo ampliamente y ayudando a Deuce a llevar las cosas hacia la habitacion, dejando que cerrara la puerta una vez estaban dentro- No está mal, siempre has vivido aqui? -pregunta comenzando a mirar alrededor despues de dejar las maletas en el centro del cuarto-
"Está bien, chicos. Deuce, te encargas de llevar a la cocina las tazas y la bandeja, en cuanto terminen de organizar y comer." - Les respondió con amor.
- Asintiendo con la cabeza, Deuce sostuvo la bandeja y guio a Ace hacia el pasillo en donde estaba su habitación. La puerta, por fortuna, estaba ligeramente abierta, por lo que pudieron entrar. Al llegar allí, dejó la bandeja sobre su escritorio y cerró la puerta, cuando Ace también entró. - ¿Te gusta? - Preguntó el peliazul, refiriendose a su habitacion. Era amplia y con acceso a un balcón. -
