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A1577749 · F
¿Tú? Tú, tú, tú... Tú no... - murmuró mientras que sus pies habían alcanzado a posarse en el suelo.

La mano restante fue extendida y, como si eso hubiera sido un llamado, el fuego que llenaba la habitación se reunió allí, en una pequeña bola en su mano. Acercó la mano a su rostro, labios entreabiertos y solo eso fue necesario para que aquel fuego se colara por ahí, desapareciera en su garganta.

- Tú no, no, no, no... Tú no, tú no... - repetía en susurros, una y otra vez: un mantra - Tú, no... - seguía, un canto leve, que allí quedó.

Un canto que no fue escuchado por nadie, un canto que solo había quedado en el aire de una habitación que ahora parecía haber pasado por un incendio. Nada vivo o útil quedó allí, ni un solo mueble, solo cenizas como prueba de que existieron. ¿Y la muchacha? Solo sus palabras que no cesaron ni cuando su cuerpo aquel lugar había dejado.
A1577749 · F
tardó en ser capaz de volver a moverse, ni siquiera cuándo fue que la mujer ahora estaba envuelta en fuego.

- No tienes derecho a decir eso, ¡no lo tienes! - gritó, para nadie ahora, solo para aquella habitación que ardía en llamas.

Toda la habitación, completa, ¿cuándo? ¿Cuándo se había prendido fuego? Annipe por fin alzó la cabeza y la mano que, por un momento, recordó que había dejado la tela. Esta volvió a tomarla. Por otro lado, todo ardía a su alrededor, incluso la mesa donde había estado sentada había quedado reducida a cenizas y ella había quedado sobre la nada misma, flotando.

Todo ardía y cenizas quedaban, mas, aquel fuego solo allí encerrado había quedado. Probablemente un desastre quedaría allí, pero no en el resto del templo. Actos impulsivos que ni siquiera habían sido pensados, pero que podrían haber causado un desastre y que ahora dejarían marca en aquella habitación. ¿Cómo se sentía el morir quemado?

- Tú no tienes derecho...
A1577749 · F
Su mirada no se alzó a confrontarle, siguió baja, gacha, viendo solo como los pies de él, los cuales ni siquiera se movían, se alejaban de su lado. Ahora ambas manos de la mujer habían caído, ninguna estaba en guardia por si quisiese desaparecer. No contestó las últimas palabras, no lo iba a hacer.

- Al menos a un alguien pareces querer ayudar. - susurró para sí misma, sin encararlo.

Casi lo soltó como si se avergonzara de decirlo, pero así mismo lo sentía y así lo repetiría una y otra vez, las veces que fuera pedido, pero todo se vio interrumpido. Sus ojos se abrieron de más y aquella llama que había parecido apagarse, volvió a brillar. Una llama que ardía pese a estar en un cuerpo que se había congelado.

Annipe sintió un vacío con el que vivió por mucho, pero en el que ni siquiera prefería pensar y poco hizo falta para que cayese ahí como mismo hizo en un comienzo. Ni siquiera supo cuándo recobró la consciencia en sí, ni siquiera supo cuánto tardó en ser...
DestroyerOfWorlds · 22-25, M
así que aprovecha a descansar, posiblemente quieran otro contrato. Y su mano diestra ascendió hasta su pecho, ahí donde yacía su medallón dorado, acariciándolo antes de pronunciar palabras que hace tiempo que no decía. Dalik eala. على Frase de poder que en su cuerpo recorrieron como un propio lamento imbuido en su elemento, la traducción propia que solo aquellos que conocían la brisa podían entender.[code]
"No hay día que no piense en ellos, no hay día que no me culpe por mis errores. Un príncipe, lejos de su tierra, ¿no ha de verse consumido por la pena? Rara vez en mi vida mi espíritu ha llorado pero ahora mis lágrimas no cesan."
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DestroyerOfWorlds · 22-25, M
porque ni siquiera creía sus propias palabras. El Espíritu Zorro parecía ser inútil está vez, bajaron sus ojos al compás que serenaba el flujo de Djed de su cuerpo ¡Era uno de los momentos donde tanto dejaba que su muerte llegase! Que débil se sentía, sin sueños; pues todos estos terminaban en fracasos. El Hijo del Viento guardó silencio, no conocía respuesta a sus ataques. He tardado mucho, y es tarde, pero aún así un día tendré la certeza, solo ahí en ese instante podré morir. Se levantó del lugar, sus pies apenas si tocaron el suelo, se quería mover con la fuerza de la velocidad hacía la puerta de madera que existía en ese cuarto. No quería que la muestra de su inestabilidad se extrapolará, pero era irreal que el Hijo del Viento no sonriera, sino que sus labios se mantenían serenos en una curva que se negaba a hablar y sus ojos no vivos, sino ocupados en no cerrarse. Iré a meditar, mañana esté templo necesita mi ayuda, no podré concentrarme de otra manera....
DestroyerOfWorlds · 22-25, M
No tienes porque cargar con ese peso, solo yo. Le respondió, para nada es un secreto que bajo su pecho existían más que simples estupideces, pasó saliva en su interior ¿Qué más quería de el? No tenía respuestas que darle, mentirle a una Hija del Fuego no era un opción, y estaba en el mismo lugar parado desde hace ya muchos años, quizás el error de Rhaamael fue creer que el mundo le perdonaría o olvidaría todo lo que por su culpa pasó, pero nadie ni el destino reveló una frase que iluminará su destino, solo, cargando todo el peso de sus errores sean involuntarios o no.

El viento de aquel vendaval había frenado casi al instante de cuando el sonido de la ruptura resonó en cuarto, tirando el liquidó. Tenía toda la razón del mundo, sonaba como un corrompido caótico y firme, no tenía certezas que pudieran escapar, tocaba sus recuerdos como si fuesen una antigua piel que llevaba sobre su espalda pesando más que todo su pueblo ¿Qué papel quería cumplir? Hipócrita, peor aún...
A1577749 · F
muertos. - repitió las palabras del hombre - Créeme que quise, pero no... No, no, no... Y tampoco curar la enfermedad que marcó a nuestro pueblo. No, no puedes, pero, ¿cuánto te has tardado hasta hoy? ¡¿Cuánto?! ¿Y cómo? ¡¿Cómo pretendes hacerlo?! ¿Matándonos uno por uno? ¿Por eso has tardado tanto Rhaamael?
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lo que parecía según las palabras que soltaba. Su mirada bajó, su cabeza también de manera leve y cualquiera que la viese pensaría que, tal vez, se hubiese querido hacer pequeña ante las palabras de él.

- Suenas como un corrompido, uno más, ¡otro! Más, no veo la sombra, eso es lo único que te salva ahora. ¡Pecas! Pecas Rhaamael de que tal vez yo no te haga nada, pecas. Pecas de que yo no tenga como objetivo dañar a los que acogieron a los elementos, pero no sigas pecando, no quieras seguir haciéndolo, ¡no quieras! - y, pese a los altibajos de su voz, su voz había bajado como en el comienzo.

Annipe se cubrió aun más con la tela, como si sintiese frío. Se podría decir que ella temblaba mientras se ocultaba más y más con aquel manto tan fino, el cual ni siquiera alcanzaba a dar atajar el viento. Por otro lado, sus ojos perdidos estaban, no sabía ni a qué mirar, con un brillo que ahí seguía, pero que no iluminaba, apagados ahora.

- No puedes revivir a los...
A1577749 · F
Nada más sus primeras palabras fueron oídas la jarra, aquella jarra que había llenado la mujer con tanto esmero y paciencia, se alzó un poco en el aire. Ella no la miraba directamente, pero sí sabía bien donde estaba, también lo supo cuando se vio presionada y, posteriormente, estalló, quedando regado el líquido y cayendo el recipiente en mil pedazos. Tomó aire, negando luego, palabras y palabras que no servían de nada, no para ella.

- No soluciones mis errores, no te lo pedí, mucho menos lo quiero, ¡claro que no! Hazte cargo de los tuyos, hazte cargo del pueblo que dejaste corromper, no... ¡No de los errores de ellos, no! Los tuyos. - y poco tacto seguía sin tener la mujer a la hora de soltar palabra por palabra, eligiendo cada una casi con cuidado antes de que fuese nombrada.

La mueca, la mueca que casi cambió por completo su cara, creada por las propias palabras del hombre, por culpa de aquella amenaza. ¿Salvar a su pueblo? Sí, eso decía, pero matando, o eso es lo...
DestroyerOfWorlds · 22-25, M
encontraré la forma de hacer renacer a nuestro pueblo, no importa cuanto tiempo me tarde.

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