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|Te hemos preparado para este momento el momento de transición para que le des con todo a tu inglés en similar worlds.
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Le das opcion 3 antes que te salgan pop ups de porno.
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Remembering Sanctum.
Otro día más en aquel confinado espacio. Ya había memorizado cada rincón de la pequeña habitación que había compartido con su madre desde hace ya varios años. Aún no comprendía como sus antepasados habían acabado tan pronto con aquello que solían llamar hogar. Lo único que quedaba ahora eran recuerdos y alguno que otro libro de historia que con el tiempo iba perdiendo su valor. A veces solía pensar que aquellas historias eran solo cuentos inventados para venderles una esperanza.
—Necesitas ayuda — exclamó avanzando rápidamente hacia su madre. El dolor parecía haber regresado y se notaba en su semblante con cada paso que daba. La nueva prótesis que habían utilizado en ella parecía estar causando aquel efecto y con el tiempo era cada vez más difícil encontrar algo que ayudara a conllevar su dolor. En días como hoy maldecía aquella nave, tal vez hubiese mejor que se hubiesen dado por vencidos sus antepasados a tener que vivir tanto tiempo en aquellas condiciones y sin ver algo más que aquellas paredes grises de metal que cada vez parecían perder más su color.
—No es posible que no puedan hacer nada por ti después de todo lo que hiciste por ellos, por todos nosotros—mencionó escondiendo su puño en frustración. Al fin y al cabo, no era culpa de su madre que estuvieran en aquella situación y no quería hacerla sentir peor.
Abandonó el lugar sin decir más y se dirigió a prisa a la enfermería. A aquellas horas sabía que habría un cambio de guardia y con suerte podría infiltrarse y robar un par de pastillas que pudieran calmar en algo el dolor que agobiaba a su madre o algo que tal vez la ayudara a olvidar lo que sentía algunas horas como en los viejos tiempos.
El pasillo estaba alumbrado por una luz intermitente que apenas reflejaba parte de su sombra mientras avanzaba hacia la puerta. Ningún sonido más que el de alguna parte de la nave haciendo contacto con el exterior rompía el silencio de aquella noche. Sabia que todo saldría como esperaba, no era la primera vez que tomaba algo sin permiso por lo que estaba segura que esta noche no seria diferente. Después de todo nada lo era ni lo había sido en bastante tiempo o lo que parecía ahora una eternidad.
La vida es algo más que sobrevivir.
Otro día más en aquel confinado espacio. Ya había memorizado cada rincón de la pequeña habitación que había compartido con su madre desde hace ya varios años. Aún no comprendía como sus antepasados habían acabado tan pronto con aquello que solían llamar hogar. Lo único que quedaba ahora eran recuerdos y alguno que otro libro de historia que con el tiempo iba perdiendo su valor. A veces solía pensar que aquellas historias eran solo cuentos inventados para venderles una esperanza.
—Necesitas ayuda — exclamó avanzando rápidamente hacia su madre. El dolor parecía haber regresado y se notaba en su semblante con cada paso que daba. La nueva prótesis que habían utilizado en ella parecía estar causando aquel efecto y con el tiempo era cada vez más difícil encontrar algo que ayudara a conllevar su dolor. En días como hoy maldecía aquella nave, tal vez hubiese mejor que se hubiesen dado por vencidos sus antepasados a tener que vivir tanto tiempo en aquellas condiciones y sin ver algo más que aquellas paredes grises de metal que cada vez parecían perder más su color.
—No es posible que no puedan hacer nada por ti después de todo lo que hiciste por ellos, por todos nosotros—mencionó escondiendo su puño en frustración. Al fin y al cabo, no era culpa de su madre que estuvieran en aquella situación y no quería hacerla sentir peor.
Abandonó el lugar sin decir más y se dirigió a prisa a la enfermería. A aquellas horas sabía que habría un cambio de guardia y con suerte podría infiltrarse y robar un par de pastillas que pudieran calmar en algo el dolor que agobiaba a su madre o algo que tal vez la ayudara a olvidar lo que sentía algunas horas como en los viejos tiempos.
El pasillo estaba alumbrado por una luz intermitente que apenas reflejaba parte de su sombra mientras avanzaba hacia la puerta. Ningún sonido más que el de alguna parte de la nave haciendo contacto con el exterior rompía el silencio de aquella noche. Sabia que todo saldría como esperaba, no era la primera vez que tomaba algo sin permiso por lo que estaba segura que esta noche no seria diferente. Después de todo nada lo era ni lo había sido en bastante tiempo o lo que parecía ahora una eternidad.