About Me About Me Notes
About Me
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La vida en Night City es, cuanto menos, una piedra en el culo constantemente. El dinero aquí lo es todo, es lo que le da sentido a tu existencia y es lo que te mantiene vivo a fin de cuentas. Quienes no conocen sus mañas, perecen en el olvido de la sociedad, aquí es una lucha constante por la supervivencia y todo culmina en dos situaciones: Vives lo suficiente como peón para los Fixers y morir en una redada, o adicto al cromo convirtiéndote en Cyberpsicópata y morir a manos del MaxTac. Ninguna es peor, todas son una mierda.
Crecer en los barrios bajos no es sencillo, no cuando tu familia cada vez más está empobrecida; tu madre muere en el parto y tu estúpido padre se aparece ebrio y de vez en cuando con Edis para comprar lo básico y poder subsistir. En mi viejas memorias me recordaba con mucho odio reprimido hacia los estratos sociales más superiores, porque son ellos mismos quienes nos escupen y bastardean hasta el punto, de que no se les mueve ni siquiera el dedo al ver a uno agonizar, suplicar u arrastrarse sobre el suelo. Dejé los estudios a los 13 años para solventar mi supervivencia y me uní en un futuro cercano a una pandilla de foráneos proveniente de Ciudad Pacífica. ¿Cómo un enclenque oriundo de Night City terminaría en una pandilla de desfasados mentales de Ciudad Pacífica? Bueno... Entre pobres y marginados se entienden, el odio mutuo contra los Corpos es lo que mantiene una especie de unión cargado de intereses y/o traiciones. Y yo, por la inercia de transitar por los lugares más oscuros de esta ciudad, terminé topándome con ellos.
Al principio no tenía nada para darles, no tenía una tec sofisticada para asaltar una caravana de Arasaka, ni mucho menos las habilidades militares que poseían los de MiliTec. Y hasta la fecha aún no descifro para qué mierda me reclutaron, posiblemente haya sido para alguna que otra carnada y yo, en mi inocencia, jamás me enteraba absolutamente nada de las tretas que se hacían por debajo de la mesa. Lo que ellos no se esperaban, era el aprendizaje que absorbía estando con ellos, viendo el entorno, los Fixers, carros, armas y cómo moverse mejor entre los suyos. Con el paso del tiempo me hice uno con el entorno, ya no era la típica carnada para atraer a los peces gordos, ahora también pertenecía a la acción; mi primer implante me lo gané en la clínica de un matasanos... Pobre diablo, ni él mismo sabía en la mierda que se había metido hasta que le puse el cañón de esa pistola dentro de la boca. Recuerdo que era un implante de mejora de interfaz, hacía trabajar mi CPU de forma eficiente y, con ello, un mejor análisis cibernético del entorno, básicamente permitía una buena lectura frente a mis enemigos.
Poco a poco, fui reemplazando partes orgánicas de mi cuerpo por tecnologías y cables de dudosa procedencia. Aún no tenía los efectos del conocido ''Cyberpsicópata'', tampoco en aquel entonces se hablaba demasiado sobre el tema. Todo estaba bien conmigo, en mis brazos transitaba una fuerza increíble más de la que podría imaginar, mis pulmones eran diez veces más eficientes y mis piernas saltaban grandes alturas; conseguí ir al gym para ganar mejor masa muscular y soportar mejor aquellos implantes, no era un gorila por supuesto, pero me mantenía en forma como el Cyberpunk que era. Mi mente me tortura a tal punto de que recuerda todo antes de apagarse, y en ese fatídico día las cosas cambiaron... Aquel Fixer que, válgame Dios nunca lo encuentre porque lo descuartizo, nos comentó sobre una misión de alto riesgo; a las afueras de Night City, donde la pobreza era más intensa que nunca, una caravana de MiliTec iba a pasar por sus rutas corroídas por el tiempo y el calor abrasador rumbo a China. Según nos contaron era un implante de alto calibre que afectaba todo el sistema nervioso central y otorgaba al portador grandes capacidades en conjunto de otras piezas. Era algo así como un rompe-cabezas de implantes donde la suma de todas sus partes daba como resultado un ''super-humano'' y como estaba en fase de pruebas pues era peligroso implantárselo.
Comandaba la caravana, los años y experiencia me otorgaban la oportunidad de hacerlo, a su vez era una gran responsabilidad puesto que se estaban enfrentando a las fuerzas militares de MiliTec con sus armas automáticas y torretas autónomas. Adelantando toda la situación, el golpe culminó en detener totalmente la caravana logrando destrozos sin iguales, varios de mis aliados perecieron por el poder armamentístico pero aún así, gracias a la habilidad de algunos Netrunners pudieron neutralizar dichas torretas y eliminar a la infantería que cubría el cargamento. Estaba yo y los últimos dos individuos que quedaron en esa masacre, en ese momento estaba en dos disyuntivas: Matarlos y huir con la Tec o entregárselo al Fixer cuyos detalles decidió omitir produciéndose una masacre inesperada. Y allí todo cambió, pues en mis manos ahora descansaban los cuerpos tecnológicos de esos dos individuos. El camión contaba con la parte de atrás un mini-laboratorio automatizado que permitía implantar la Tec en el momento, yo como joven imbécil y avaricioso no dejé escapar la oportunidad y me implanté ese Sistema Nervioso Central, fueron los peores 5 minutos de cirugía de mi asquerosa existencia y encima era el preludio a un dolor agudo de adaptación tan grande que parecía que todos mis sistemas iban a colapsar. El implante iba en conjunto con un chip instalado en mi cuello, de pronto la interfaz se volvió extraña recitando palabras acompañada de estática. Dolor de cabeza intenso y luego el colapso, un maldito colapso. Dicen que la enfermedad del Cyberpsicópata te desplaza a nivel mental de todas tus acciones, que no recuerdas nada, que no tienes el control de absolutamente nada, todo te altera, sientes ganas de descargar grandes cantidades de ira desenfrenada... Eso fue lo último que sentí antes de apagarme.
Me desperté siendo cargado por un camión de basura, al son del pitido molesto del comunicador de llamada. Mi Fixer se enteró del cometido, obviamente estaba totalmente furioso, en medio de la conmoción lo mandé al carajo y corté la llamada; estaba desnudo, de vez en cuando escuchaba interferencias en mi interfaz y la cabeza me dolía como el diablo. Lo que más me llamó la atención era la sangre en mis manos y mis piernas, podría jurar que hasta tenía un pedazo de diente oculto en mis cabellos. ¿A quién despedacé? ¿A quiénes maté? con el paso del tiempo las voces se volvieron menos molestas y los estadios de furia descontrolada y desentralización de mi consciente variaron en intensidad, poco a poco era controlable, ya no necesitaba los Inmunodepresores para evitar volverme loco, pareciera ser que mi cuerpo se estaba adaptando funcionalmente a las exigencias de esa nueva Tec. Actualmente estoy convencido de que esa cosa implantada en mi espina dorsal tiene secretos ocultos, principalmente porque en una sección de mi interfaz hay ''sockets'' de espacios libres que conforman cada parte de mi cuerpo, supongo que habrán partes semejantes que se deben ensamblar.
Night City no se detendrá por mí, ni yo tampoco.
IMPLANTES
[Bio-Implante nervioso autónomo de alta capacidad By MiliTech Corp.]
[Sistema Circulatorio de alta presión y perfusión By Trauma's Team Corp.]
[Fibras musculares de alta resistencia e hiperflexión By Kang Tao's Corp.]
[Ópticas de escaneo sensible al entorno y profundidad By Kiroshi's Corp.]
ARMAMENTO
[Escopeta Disengage AV-MAX 55 de tres rondas semi-automático.]
[Neon Flash Sniper Rifle Lightning II x16]
[Smart Tech pistol/Sub-Machine gun]
[VEHÍCULOS]
[Highest dinamic tesla motor bike]