Ciel!! Tú que eres bueno disparando podrías ayudarme a hacerlo mejor.. si? - La albina sonreiria entusiasmada, intentando hacer una pose cool y terminando por apretar el gatillo por accidente, disparando hacia el techo una ráfaga de balas -
Pues la robe.. quien en su sano juicio en Londres le venderia un arma a una chica de 16 años? ...
- Explicaria como si aquello fuese lo mas normal del mundo, aunque en parte si tenia razon en lo de la venta de armas. Aun asi sentia como si estuviese siendo regañada por alguien mucho mayor que ella, y al ver que el conde alzaba la mirada ella haria lo mismo viendo los agujeros en el techo con un aire de culpabilidad. -
Esta bien.. pero, me enseñas o no? - Señala el techo con su indice - ejemplo de por que quiero aprender..
De donde sacaste esa arma? y como es que se te ocurrio la brillante idea de usarla dentro de la Mansion..-Al alzar la mirada un poco podria ver el techo del mismo lleno de rafagas y destrozos en la misma, bajando nuevamente la mirada hacia la vampiresa-
quiero que arregles todo esto, guardes esa arma en un sitio seguro, y la proxima vez espero me pidas permiso antes de cometer alguna tonteria como esta.
- Se dio cuenta de que habia tocado un punto delicado en la paciencia del menor, dentro de ella parecia haberse paralizado aun cuando nunca le habia tenido miedo, pero sentia que este realmente estaba molesto y eso era algo nuevo, al menos el ser tan conciente de aquello -
Supongo que... la ametralladora es demaciado para comenzar no?..
- Bajaria el arma con sumo cuidado, siempre habia sido mala para manejar las armas de fuego y sin duda debia aceptar que esa era un mal comienzo
-Su mirada se denotaba un odio intenso en ese momento, mas intentaba calmarse con un tic nervioso en la ceja al escuchar tal excusa ridícula de la vampiresa por justificar tal acto previo, por lo cual simplemente respiraba hondo y exhalaba tratando de contener el enorme impulso de ira encerrarla en su ataúd y arrojarla por el Támesis-
A ver, piensas que yo puedo enseñarte, con una ametralladora, dentro de una Mansion, con niños de cuatro años?
-A medida que el regaño iba en aumento, también comenzaba a esucharse la ironía de esto-
Shhh.. shhh..- Era idiota de su parte pero la albina habia terminado abrazando el arma en un intento bastante ridiculo de hacerla callar, sintiendo como los trocitos de techo caian sobre su cabeza. Seria entonces que escucharia al conde y a su logico regaño, asi que solo podria mirarle sin soltar aun el arma -
Solo queria que me enseñaras a disparar.. soy pesima en eso.. y tu eres muy bueno..
-Iba caminando tranquilamente por el pasillo de la mansión, específicamente hacia el jardín trasero cuando escucho el sonido de un arma de grueso calibre, sus pasos se detuvieron por un instante y aquel semblante sereno fue remplazado por un gesto reprobatorio pues sabia de antemano de donde provenia y seguramente quien haria una locura asi, por lo que ingresando al interior del salon este solo observo a la vampireza con aquella arma-
Mila! sabes que en esta casa hay niños pequeños, ten cuidado por Lucifer!, no puedes traer ese tipo de armas aqui, si deseas tirar esta todo el bosque entero!
