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Je... - Ríe con nerviosismo, cogiendo con sus manos a uno de los conejos. Este al ver al dios, inmediatamente se vuelve sumiso, bajando las orejas contento de los mimos. Life amaba a sus criaturas, cada animal o planta creada, cada roca lo hacía con mucho esmero y alegría, emocionándose cuando los vivos estaban a punto de nacer. Incluso el sol era su mas luminosa estrella, pero nada se comparaba con la Luna. El estaba enamorado de la Luna, porque la noche estrellada le recordaba a Death, pero jamás se lo diría. Una tenue sonrisa afloró a sus labios - Crear vida es el mejor regalo que he han podido otorgar. Ver como nacen los animales o formar una planta. Agregar alguna roca o decorar una mariposa... Cada uno de esos detalles me hace feliz, me hace sentir que sirvo para algo... Me hace sentir... que estoy vivo. - Murmuró, contemplando al pequeño conejito -
Cuando contempló todo ese escenario tan natural y lleno de vida, los ojos del dios se iluminaron. ¡Era tan maravilloso y único! Sabia que todo aquello era creación de Life, por lo que nuevamente le parecía de lo más impresionante esos poderes tan especiales de él, siendo este uno de los rasgos que más le habían cautivado del dios de la vida.

Se acercó y se sentó a su lado, viendo aquellos animalillos acercarse con suma confianza a Life, riendo por lo bajo.

-Los animales te aman, al igual que la naturaleza misma. Todo esto es espléndido, Life. Te luciste esta vez. -Le dijo con total orgullo hacia el dios ojiverde, esbozando una sonrisa cordial.
- El lugar donde estaban era un acantilado. Vida le soltó y fue a sentarse justo al borde. El pasto verde y fresco cubría el suelo, las pequeñas flores campestres hacían juego con los árboles frondosos. la fauna del lugar expresaba paz y alegría, mientras por encima de las montañas, el sol ascendía en una mañana esplendorosa. Sonrió de placer, ese era uno de sus lugares favoritos. Algunos conejos pasaron en gran carrera a su lado - Ven, siéntate a mi lado. - Pidió con una alegre sonrisa -
@Life ᴸᵉᵒ ˢᵖᶤᶰᵈˡᵉʳ: ¿Uh? -Sin darle tiempo de poder preguntarle al respecto, ambos dioses desaparecieron del reino de Ithis y llegaron a la Tierra, ante el asombro y confusión de Death- Estamos en la Tierra... -Murmuró el mayor, dejándose llevar por Life.
Bueno... tu solo déjate llevar. - Desapareció sin soltarle, camino a la Tierra. Había un sitio que recientemente terminó de crear y le encantaba -
¿Es aquí en Ithis? -Le preguntó el mayor en un hilo de voz, dejando que el menor tomara su mano, viéndole directamente a los ojos. En el fondo aún estaba triste ante toda esa situación, pero estaba dispuesto a dejarse llevar por el momento. Después de todo, se trataba de su amado dios de cabello de estrellas.
- Fue bueno que la tensión haya disminuido, asi que optó por tomarle la mano. Normalmente no hacía eso, pero por alguna razón, llevaba días sintiendo cierta atracción por el elegante dios alto. Avergonzado, pero decidido a hacerlo, afianzó el agarre, cogiendo confianza - Ven... quiero mostrarte algo.
Si, tienes razón. Es mejor no seguir dándole vueltas a eso...No vale la pena. -Comentó con pesar y tristeza, soltando un profundo suspiro de resignación. Puede que los recuerdos de Life hayan desaparecido, pero al menos lo tenía aún cerca, de su lado y con una nueva oportunidad de demostrarle de que él era digno de su amor. -Por supuesto...Vámonos. Me vendría bien un paseo junto a tí.
- Su rostro se tornó serio. Había algo en la conversación que le causó melancolía y eso no le gustaba. Pateó levemente el suelo con molestia, la verdad es que el no recordaba nada de nada - ¿Cómo se que eso es verdad? ... Yo... No recuerdo nada de nada... - Algo que odiaba era olvidar, se ponía caprichoso, se sentía inútil. No esperó respuesta, se acercó a el, sacando las manos del pantalón y le puso una mano en el hombro firmemente - Mejor olvidemos eso ¿Quieres? Yo... No me siento cómodo con esto... Vamos a donde te dije. - Lucía molesto, no le gustaba nada esa melancolía de Muerte, porque nunca la podía descifrar. A veces el balbuceaba cosas, cosas sin sentido que aseguraba habían pasado, pero francamente Vida no recordaba absolutamente de eso -
Hablo de...Nuestro pasado. -Le aclaró con palabras débiles, mirando hacia el cielo, recordando esos años en los que ambos eran felices e íntimos uno del otro. - Tú y yo...Éramos más que amigos. Al menos, bueno...Así lo sentí en ese tiempo. Las palabras no eran necesarias para demostrar lo que uno sentía por el otro...

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